El rugido del trueno vuelve a regresar a Oklahoma City. Trece años después de su primera y única aparición en las Finales de la NBA, los Thunder han regresado al escenario más grande de la NBA, no solo como una franquicia resurgida, sino como el equipo más joven en disputar unas Finales en medio siglo. Esta hazaña histórica invita inevitablemente a la comparación con la legendaria generación de Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden, aquel trío que electrizó la liga a principios de la década pasada y que, pese a su talento descomunal, nunca logró consolidar una dinastía ganadora .
La temporada 2024-25 de los Thunder es ya un hito en la historia de la NBA. Bajo la dirección de Mark Daigneault, el equipo ha firmado un asombroso récord de 68 victorias y solo 14 derrotas, coronándose como el mejor equipo del Oeste y estableciendo el mayor margen de puntos sobre sus rivales en la historia de la liga, con un diferencial de +12.9 por partido. La llegada de Alex Caruso e Isaiah Hartenstein aportó la experiencia que complementa el núcleo joven liderado por el MVP Shai Gilgeous-Alexander, el All-Star Jalen Williams y el versátil Chet Holmgren. Este grupo, caracterizado por su energía incesante y una química palpable, ha desafiado todos los pronósticos, demostrando que la juventud no es sinónimo de inexperiencia, sino de innovación y resiliencia. La cultura de confianza y unidad, impulsada en gran parte por el liderazgo de Jalen Williams, ha sido clave para transformar a los Thunder en un colectivo temible, capaz de doblar a rivales con mayor recorrido en los playoffs .
La comparación con el Thunder de 2012 es inevitable. Aquel equipo, nacido de la mudanza desde Seattle y construido a partir de selecciones del Draft (Durant (2007), Westbrook (2008), Harden (2009) e Ibaka (2008), alcanzó las Finales de la NBA tras una progresión meteórica. Sin embargo, tras caer ante el Miami Heat de LeBron James, la promesa de una dinastía se desvaneció con la salida de Harden y, años después, la de Durant . El potencial de aquel núcleo quedó en el imaginario colectivo como la gran dinastía que nunca fue, marcada por la frustración de rozar la gloria sin conquistarla.
En medio de este contexto, las declaraciones de Jalen Williams han cobrado especial relevancia. El joven alero, pieza fundamental del actual Thunder, ha reconocido el peso de la comparación con el trío legendario: «Es un honor ser mencionado junto a esos chicos. Ellos establecieron un estándar aquí que todos estamos esforzándonos por alcanzar». Williams no rehúye el legado de Durant, Westbrook y Harden, sino que lo abraza como un faro que guía al equipo actual. Sin embargo, Williams es claro en marcar la diferencia: “Este equipo no es simplemente una reencarnación del pasado, sino un nuevo capítulo en la histórica narrativa de la franquicia”. Para él y sus compañeros, la misión es forjar una identidad propia, aprendiendo de los errores y aciertos de sus predecesores, pero decididos a escribir su propia historia de éxito y resiliencia.
A medida que Oklahoma City avanza en las Finales, la ciudad vibra con una energía renovada. El recuerdo de la generación dorada de 2012 no es una carga, sino un estímulo. Los paralelismos sirven como inspiración, pero el Thunder de 2025 busca trascender el pasado y consolidar una dinastía que, esta vez, sí pueda coronarse con el anillo que se escapó hace trece años .
La odisea de los jóvenes Thunder es ya un testimonio de que la paciencia, la visión y el talento pueden converger para forjar una de las campañas más brillantes de la NBA. Y mientras el trueno retumba más fuerte que nunca, Oklahoma City sueña con que, al fin, la tormenta traiga consigo la gloria definitiva.
Ficha del autor
Periodismo UMA / Nadador Club Mediterráneo Málaga
En 'Tiempo de Basket' desde el 07.02.2022
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