Los Houston Rockets firmaron una gran temporada, con 52 victorias y el segundo lugar del Oeste, pero su eliminación en primera ronda ante los Warriors ha dejado claro que necesitan algo más. El equipo es joven y tiene mucho talento, pero carece de una superestrella que cierre partidos y eleve el techo del proyecto. Fred VanVleet cumplió un rol importante, pero sus limitaciones físicas y un contrato de 44 millones con opción de equipo podrían convertirse en un obstáculo. Es momento de apostar fuerte.
Kevin Durant (Phoenix Suns)
Durant es justo lo que le falta a Houston Rockets: un anotador élite capaz de liderar ofensivamente cada noche. Su capacidad para anotar desde cualquier punto de la cancha y su experiencia en momentos clave llenarían un vacío evidente en Houston. A sus 36 años, aún mantiene un nivel All-NBA y su encaje como anotador primario aliviaría la presión sobre Sengun, permitiendo que el joven núcleo se desarrolle sin cargar con toda la responsabilidad.
Podría ser el líder ofensivo veterano que guiara a Houston en los playoffs, algo que se vio ausente en la serie ante Golden State. El coste de adquisición sería razonable por su edad, y los Rockets tienen las selecciones del draft necesarias para seducir a Phoenix.
Giannis Antetokounmpo (Milwaukee Bucks)
Si Houston Rockets quiere una superestrella en su prime, Giannis es la mejor opción. A sus 30 años, el dos veces MVP sigue dominando la pintura y aportando defensivamente como pocos en la liga. Encajaría perfectamente en el sistema de Ime Udoka, que ya ha construido una identidad defensiva sólida. Con Anteto, Houston ganaría una presencia imponente que transformaría su ataque y defensa desde el primer día.
La química con Alperen Sengun sería fascinante: el turco podría jugar como pasador desde el poste alto mientras Giannis ataca desde el corte o la transición. Además, rodearlo con tiradores jóvenes como Whitmore o Thompson ayudaría a maximizar su impacto. Sería caro en términos de activos, pero es la apuesta que podría convertir a los Rockets en candidatos reales al título en los próximos años.
Devin Booker (Phoenix Suns)
Booker representa una de las opciones más equilibradas. A sus 28 años, está en su plenitud, con experiencia en Finales y capacidad de ser la primera opción anotadora. Su juego encajaría perfectamente con Sengun, formando un dúo letal en pick-and-roll. A diferencia de Green, Booker ya es una estrella contrastada y consistente, capaz de crear su propio tiro y tomar siempre la mejor decisión para el equipo.
Además, su llegada permitiría a Ime Udoka redistribuir mejor los roles ofensivos, y ayudando a que Thompson se desarrolle sin tanta presión. La posible salida de Green en el intercambio sería dolorosa, pero Houston Rockets ya tienen suficiente profundidad perimetral para absorberla si reciben a un jugador del calibre de Booker.
Trae Young (Atlanta Hawks)
Young es una opción arriesgada, pero su impacto ofensivo es innegable. Con promedios de más de 24 puntos y 11 asistencias, sería el generador primario que tanto necesita Houston. Su capacidad de romper defensas, lanzar desde lejos y crear para los demás encajaría como un guante en un equipo lleno de finalizadores atléticos como Green, Thompson o Whitmore.
El principal desafío es defensivo, ya que Young es uno de los peores defensores de la NBA. Sin embargo, los Rockets tienen suficientes especialistas defensivos para esconder sus carencias, especialmente bajo el sistema de Udoka. En un entorno disciplinado y rodeado de talento joven, Young podría reencontrarse con su mejor versión y transformar a Houston en una de los mejores ataques de la liga.
Ja Morant (Memphis Grizzlies)
Pese a sus problemas extradeportivos, Morant sigue siendo uno de los jugadores más electrizantes de la NBA. Su explosividad, visión de juego y agresividad ofensiva serían un lujo para un equipo como Houston Rockets. En transición, junto a Thompson y Whitmore, el espectáculo estaría garantizado. Y en media cancha, su capacidad de colapsar defensas abriría espacios para los tiradores del equipo.
Los riesgos con Morant son evidentes: lesiones, madurez y falta de tiro exterior. Pero el sistema de Houston, con un ancla como Sengun y una estructura defensiva sólida, podría ofrecerle el entorno ideal para redimirse. Además, su juventud (25 años) lo alinea perfectamente con el calendario competitivo del equipo. Si los Rockets apuestan por él, podría ser una jugada de alto riesgo… pero también de altísima recompensa.
Pero ¿Cuál es el coste para Houston Rockets?
Si los Rockets realmente quieren incorporar a una superestrella este verano, deberán estar dispuestos a pagar un precio elevado. Eso podría implicar desprenderse de jóvenes con gran potencial como Jabari Smith Jr. o Jalen Green, o incluso de ambos, además de sacrificar varios picks de primera ronda en los próximos drafts. La apuesta es clara: pasar de la reconstrucción a competir ya mismo. ¿Están preparados para dar ese salto?
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Periodista +15 años en la profesión. Los números no engañan.
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