Chus Mateo, el Real Madrid ¿Premia el fracaso o castiga el éxito?

3 julio 2025

El Real Madrid ha comunicado oficialmente que Chus Mateo no continuará como entrenador, a pesar de tener contrato en vigor y tras conquistar la Liga ACB 2025 con un 3-0 contundente ante el Valencia. La decisión no sorprende por los rumores, pero sí por la forma: fría, apresurada y con cierto aire de ingratitud institucional.

Mateo se va con seis títulos en tres temporadas, incluido el mayor trofeo continental: la Euroliga de 2023. Su salida recuerda a la forma en que el club también prescindió de Pablo Laso, aunque con una diferencia: a Mateo no lo aparta un problema médico, sino simplemente no ser «suficiente» para los estándares internos… pese a haber ganado.

Scariolo, el elegido… ¿y ausente?

El sustituto será, salvo sorpresa, Sergio Scariolo, actual seleccionador nacional. Él mismo ha confirmado que el EuroBasket 2025 será su «último momento competitivo» con España, dejando claro su salto al banquillo blanco. Pero aquí llega otra paradoja: Scariolo no podrá hacer la pretemporada con el Real Madrid, ya que estará centrado en preparar el torneo continental.

Esto no solo siembra dudas sobre el inicio de la temporada del Real Madrid, sino también sobre la preparación de la selección. Un seleccionador que ya no piensa en el futuro del combinado nacional, y un club que apuesta por un técnico que llegará con las pilas puestas… en otra cosa.

Sergio Rodríguez, nuevo director deportivo

Además del cambio en el banquillo, se ha producido otra novedad de enorme calado: Sergio Rodríguez, recién retirado como jugador blanco, asume el cargo de director deportivo. El “Chacho” inicia así una nueva etapa en los despachos, y su cercanía con la plantilla y experiencia reciente pueden ser un gran activo… o un arma de doble filo si el nuevo ciclo empieza con mal pie.

Un club sin memoria reciente

Chus Mateo cogió el timón del equipo en un contexto muy complicado: la abrupta salida de Laso y la renovación profunda del vestuario. Aún así, entregó títulos, gestionó egos y plantillas irregulares, y cumplió con más de lo esperado. Pero al Madrid eso no le basta. Aquí, solo cuenta lo último. Lo inmediato. Lo que vende titulares.

Ni el apoyo de la plantilla, ni su palmarés, ni su vinculación de más de una década con la casa blanca han servido. Su despido es una demostración más de cómo el éxito se da por sentado y el fracaso se castiga sin piedad, aunque venga acompañado de trofeos.

¿A qué juega el Real Madrid?

La pregunta que queda es clara: ¿qué busca exactamente el club con este movimiento? Porque, si ganar la Liga y hacer 30 victorias en 31 partidos no garantiza continuidad, entonces el listón está más alto de lo que parece… o más incoherente de lo que debería.

✅ Comprar entradas NBA