El baloncesto europeo está en plena transformación. Durante años, la FIBA y la Euroliga han librado una batalla constante por el control de las competiciones de clubes, con la federación internacional criticando el modelo «semicerrado» de la Euroliga. Sin embargo, ahora la historia ha dado un giro sorprendente: la FIBA, que se presentaba como defensora de la meritocracia y el acceso abierto a la élite, está negociando con la NBA la creación de un nuevo torneo de clubes… con un sistema exactamente igual al que antes rechazaba.
Este nuevo proyecto, impulsado por la NBA y la FIBA, busca establecer una liga de élite con algunos de los mejores equipos europeos, en lo que parece ser un intento de desbancar a la Euroliga. ¿El problema? Que contradice todo el discurso que la FIBA ha sostenido durante años.
Del llanto a la incoherencia: las contradicciones de la FIBA
La FIBA lleva más de dos décadas atacando a la Euroliga por ser una «liga cerrada», denunciando que solo unos pocos clubes tienen acceso asegurado mientras otros deben pelear por un puesto a través de torneos clasificatorios o simplemente por invitaciones. Decían que el baloncesto debía ser «meritocrático» y que lo importante era ganarse el puesto en la cancha. Pero ahora, con los dólares de la NBA de por medio, parecen haber olvidado sus propios argumentos.
La hipocresía es evidente. La FIBA pasó años presionando a los equipos para que boicotearan la Euroliga, impulsando la fallida Champions League FIBA con la promesa de un sistema más justo. Ahora, al ver que su producto no ha logrado competir, ha decidido cambiar de estrategia y unirse a la NBA para crear su propia versión de la Euroliga. Lo que antes era “un cáncer para el baloncesto” ahora es una “oportunidad de crecimiento”.
¿Qué sabemos del posible formato?
Aunque aún hay muchos detalles por definir, las filtraciones apuntan a que este torneo tendrá plazas garantizadas para algunos equipos (¿les suena familiar?). La NBA aportará su poder financiero y de marketing, lo que podría atraer a clubes importantes que ahora juegan la Euroliga. Pero, ¿realmente es viable?
¿Los equipos europeos estarán dispuestos a dar la espalda a la Euroliga?
¿Cómo afectará esto a las ligas nacionales? Otro punto clave, ya que muchas competiciones locales dependen de los grandes equipos para generar ingresos y visibilidad.
¿Será un producto atractivo para los aficionados?
Los dólares mandan
La FIBA ha pasado de criticar la Euroliga por ser una liga semicerrada a proponer un torneo exactamente igual, pero con el respaldo de la NBA. ¿Qué ha cambiado? Simple: el dinero. Cuando la Euroliga intentó hacer lo mismo, la FIBA se rasgó las vestiduras y clamó por la meritocracia. Ahora, con los millones de la NBA de por medio, parece que esas quejas han desaparecido.
Esta situación deja claro que en el baloncesto, como en muchos otros deportes, los principios solo importan hasta que aparecen los grandes cheques. La FIBA, que se presentaba como la defensora de la pureza del baloncesto, ha demostrado que, al final del día, los dólares mandan.
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Amante del CINE, BASKET, COMIC y de mis niñas.
Plutón es un planeta...
En 'Tiempo de Basket' desde 11.05.2020







