Miami Heat y Los Ángeles Lakers son los dos equipos que se disputarán el anillo en la Final NBA 2020, con LeBron y Davis de estrellas de Los Lakers, Adebayo y Butler como caras visibles por parte de Miami Heat.
Lakers – Heat. Final NBA 2020
Dos equipos que son garra y orgullo. Construidos desde la defensa, con un gran ataque, dos direcciones de campo envidiables, una batalla maestra entre dos técnicos que tendrán que ir corrigiendo y adecuando sus equipos al trascurso del partido.
Con dos narrativas completamente distintas. Los Heat vienen de una temporada sin playoff’s, incorporando en la agencia libre a Butler, con un novato no drafteado como Nunn o Herro que progresa a pasos agigantados, Duncan Robinson que tiene una una muñeca prodigiosa desde el triple, un experto en finales como Iguodala que va a jugar su sexta seguida, Crowder veteranía pura para equilibrar el equipo junto a Goran Dragic que está liderando el ataque y ayudando a los jóvenes. Butler un perro de presa, que saca lo mejor de todos sus compañeros, aunque sea difícil de llevar, aportando más que nunca en ataque y Adebayo, qué decir de él, uno de los jugadores más mejorados de la temporada, dando un paso adelante, liderando a su equipo tanto en defensa como en ataque y liderando en los peores momentos. Comenzaban una temporada en la que nadie confiaba en que pudieran alcanzar, ni siquiera, la lucha de los playoff’s, pero la mejora de jugadores como Adebayo y Duncan Robinson, el desparpajo de los novatos Nunn y Herro, sumado a la veteranía y liderazgo de Butler y Dragic hacen que les veamos plantados en estas finales, siendo imposible darlos por muertos.
Por el lado angelino tenemos a Caruso con su gran labor defensiva, aunque ya ha demostrado que también tiene Clutch en ataque, JaVale Mcgee y Dwigth Howard con su faceta reboteadora, su defensa en zona y su aportación en ataque desde la pintura, Kuzma al que le está viniendo mejor la defensa que el ataque y que aún no ha mostrado su mejor versión, Danny Green que no está reconocible de cara al aro, pero la veteranía siempre suma en defensa. Rajon Rondo distribuyendo juego y comandando el ataque, todo eso sumado a un LeBron James que, a sus 35 años, está liderando a su equipo, por décima vez, a unas finales, demostrando un gran juego y aportación en ambos lados de la cancha. Todo lo contrario, en finales, que Anthony Davis, que esta temporada va a sentir por primera vez lo que son jugarlas, hasta ahora ha demostrado gran juego en ambos lados, actuaciones estelares y la claridad de que no se va a arrugar ante nada. Estos Lakers vienen de 10 años en los que no han visto las finales y 6 en los que no han pisado playoff’s, de los peores años, de largo, de la franquicia, sin líderes y sin grandes nombres desde la marcha de Kobe Bryant, pieza fundamental para que LeBron llegase a Lakers y para que este equipo tenga, a día de hoy, un aura especial cuando piensas en el anillo. Estos Lakers quieren dedicarle el anillo a Kobe y Gianna, una de las estrellas más laureadas de la franquicia y su hija.
Garra, coraje y orgullo. Lucha, trabajo y constancia. Palabras que podrían tener por lema cualquiera de los dos equipos. Mentalidad ganadora, mentalidad Mamba. Y es que, pase lo que pase, este anillo tendrá un sabor especial, ya que son dos equipos de los que habría disfrutado «Black Mamba», puro trabajo, de llegar los primeros e irse los últimos, de luchar por un objetivo cueste lo que cueste.
Kobe estaría orgulloso de sus Lakers y de estas finales, también de unos Heat, que aunque seguro hubiese deseado que perdieran ante su equipo, los hubiese visto como un equipo que te puede batir.
Ahora, parafraseando a Pau, falta que estos jugadores hagan de la final, una final épica, pues eso hubiese querido Kobe.
Tácticas y estrategias en el baloncesto
Seguidor del Valencia CF y de los Chicago Bulls. NBA y Fútbol.
En 'Tiempo de Basket' desde 23.06.2020