La historia de la NBA está plagada de grandes traspasos… y también de decisiones arriesgadas que no salieron bien. En este punto de su carrera, LeBron James sigue siendo una superestrella de la liga, pero ya no es una inversión a largo plazo, sino una apuesta de “todo o nada”. Y la gran pregunta que todos se hacen ahora es: ¿quién se atreverá a ficharlo?
El peso de la leyenda… y de los años
LeBron cumplirá 41 años en diciembre y ha decidido ejecutar su opción de jugador para disputar la temporada 2025-26 con un sueldo de más de 52 millones de dólares. Eso convierte cualquier posible traspaso en una operación muy compleja, tanto desde lo económico como desde lo deportivo. No es solo traer a LeBron: es ajustar plantillas, liberar masa salarial y, sobre todo, asumir que el futuro puede quedar hipotecado por un único año.
Dallas Mavericks: ¿el valiente de turno?
En las apuestas, los Dallas Mavericks lideran con fuerza como destino más probable si los Lakers deciden mover ficha. ¿Tendría sentido? Desde el punto de vista del espectáculo, un trío Irving–LeBron-Davis suena irresistible. Pero la realidad es más compleja. ¿Qué estarían dispuestos a entregar a cambio? ¿Y cómo encaja todo eso con la llegada de Cooper Flagg?
Un movimiento de ese calibre implicaría renunciar a juventud, proyecto y proyección, a cambio de un anillo inmediato. Porque ese es el gran dilema: LeBron James ya no es una construcción de futuro, es una apuesta para ganar hoy, aquí y ahora.
¿El último gran capítulo?
Pese a las dudas razonables, LeBron sigue siendo uno de los mejores jugadores de la NBA. Su impacto ofensivo, su lectura del juego, su liderazgo en vestuario y su capacidad mediática están fuera de toda duda. Pero incluso el Rey es humano. Las lesiones comienzan a aparecer, su ritmo ya no es el mismo, y el calendario pesa.
Traspasar por LeBron es un salto sin red. Un intento de asalto al título en su versión más literal. Si todo sale bien, puedes estar levantando el trofeo en junio. Si no… te quedarás con un agujero salarial, sin rondas de Draft y sin hoja de ruta clara para reconstruir.
¿Y si nadie se atreve?
La otra opción es que LeBron acabe quedándose en los Lakers, como una especie de despedida simbólica. Un último baile sin grandes movimientos, sin drama, con el objetivo de disfrutar de su última temporada como local en el Crypto.com Arena. Pero eso también dependerá de su motivación, del rumbo del equipo… y de si realmente acepta ser el número dos detrás de Doncic.
Ficha del autor
Amante del CINE, BASKET, COMIC y de mis niñas.
Plutón es un planeta...
En 'Tiempo de Basket' desde 11.05.2020