Este fin de semana toca trasnochar para los amantes del baloncesto universitario norteamericano. Todo está preparado en el Lucas Oil Stadium de Indianápolis para la disputa de la Final Four. El último acto de la edición número 82 del torneo NCAA y epílogo a una temporada marcada por el Covid-19 como todo lo que nos rodea. Más de 70.000 personas asistieron en 2019 a la celebración de este evento en Minneapolis, la temporada pasada hubo de suspenderse y esta vez apenas los familiares podrán verlo in situ.
NCAA – Final Four 2021
De modo que hagamos hueco en el sofá y preparemos algo para picar porque este Gran Baile de Marzo no termina con baladas sino con el Jump! de Van Halen. Las fiestas se disfrutan más si conoces a los invitados así que veamos:
Gonzaga Bulldogs
30 victoria 0 derrotas, el favorito, el equipo del que todo el mundo habla. Desde los Indiana Hoosiers de 1976 no hay un campeón invicto de modo que el reto es mayúsculo. Esta temporada los Zags solo torcieron el gesto en la final del Torneo de su Conferencia donde BYU les puso contra las cuerdas, pero a posteriori transitaron plácidamente por el March Madness. En 2017 disputaron el partido por el campeonato, pero perdieron frente a North Carolina. Esta temporada aparecen por segunda vez en una Final Four y pretender el primer título nacional en la historia del programa. Sobran argumentos en un equipo con 3 All-American: Corey Kispert, Drew Timme y Jalen Suggs. Nombres que pronto serán familiares para el aficionado a la NBA. Joel Ayayi y Andrew Nembhard completan un quinteto casi abusivo. A los mandos Mark Few, un tótem entre los entrenadores universitarios que sólo lleva desde 1999 como entrenador jefe (+ 10 años previos en el staff). Un alquimista capaz de convertir un programa modesto en un contender permanente.
UCLA Bruins
El rival de Gonzaga en semifinales. Se le pueden aplicar todos los clichés: convidado de piedra, underdog … No es una cenicienta porque la Universidad californiana es historia pura. 11 títulos nacionales 7 consecutivos a las órdenes de un tal John Wooden. Sus últimos viajes a la Final Four entre 2006 y 2008 con Ben Howland como entrenador y jugadores de la categoría de Russell Westbrook o Kevin Love. La constelación de estrellas procedentes de este programa es interminable: Lew Alcindor, Bill Walton, Reggie Miller…
Ahora, dirigidos por Mick Cronin han protagonizado su propia locura de marzo. Paso a paso desde el First Four (eliminatoria previa dónde ya derraman la sangre azul de los Michigan State Spartans de Tom Izzo ). En Sweet 16 se cargan a Alabama contra pronóstico y confirman su buen momento dejando atrás a los Michigan Wolverines de Juwan Howard en Elite 8.
Johnny Juzang es su brazo armado. El mejicano Jaime Jaquez un corazón no exento de talento.
Baylor Bears
Sigo dudando ¿es Baylor el mayor impedimento para que Gonzaga salga campeón? ¿o es al revés? Scott Drew ha logrado que el programa de esta Universidad tejana se haga un hueco entre la aristocracia del país. Pese al gran trabajo de los últimos años, Baylor no participa en una Final Four desde 1950. Es el momento de rematar. El parón por el Covid generó ciertas dudas en su juego, pero llegan lanzados al momento crucial. Dejaron en el camino a Wisconsin, Villanova y Arkansas mostrándose muy superiores por momentos y currándoselo en otros. Su trío exterior es de lo mejor que se recuerda: Davion Mitchell, MaCio Teague y Jared Butler. Por dentro, fuerzas de la naturaleza.
Houston Cougars
A principios de los 80 los Houston Cougars disputaron 3 Final Four consecutivas. Era el equipo del Phi Slama Jama, un sobrenombre basado en su ritmo frénetico, su atletismo y sus mates. Jordan, Ewing y el histórico upset de North Carolina State se interpusieron en su camino al título. Nombres ilustres formaban aquellos rosters: Akeem Olajuwom (aún sin la H en su nombre) , Clyde Drexler, Michael Young que pasó por Valladolid y fue campeón de Europa con el Limoges de Maljkovic. También Larry Micheaux al que recuerdo jugando en Baskonia (Taugrés) o Ricky Winslow que demostró su clase en Estudiantes haciendo pareja mítica con el oso Pinone.
En 2021 vuelven para enfrentarse a Baylor sin ningún complejo. Los Cougars creen en lo que hacen. Ofensivamente Kelvin Sampson ha re-actualizado un concepto: Nuestro lanzamiento a canasta no es el fin de la jugada ofensiva sino tan solo un elemento más como pueda ser un pase o un bloqueo. 2 o 3 jugadores continúan la jugada peleando el rebote ofensivo como hienas y empleando todas sus habilidades relacionadas con el voleibol y la lucha greco-romana. Los centers rivales van haciéndose chiquititos como si a mí me pones a proteger un rebote contra Felipe Reyes. Quentin Grimes y Dejon Jarreau se jugarán las bolas calientes.
¡Suerte para todos y a disfrutar de un gran espectáculo!
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En 'Tiempo de Basket' desde 03.04.2021