Brad Stevens da una clase magistral al agregar a Jrue Holiday y a Kristaps Porziņģis en el mismo verano, ha tenido la habilidad de aprovechar las oportunidades de mercado
como nadie e incrementar el potencial de un equipo que ya estaba en las quinielas por llegar lejos en Playoffs.
Tras el intercambio sísmico de Lillard y previamente el de Beal, que han hecho tambalear la conferencia Este, dando más talento a los que ya tenían, y negándoselo a los que lo ansiaban, desde Boston han estado muy activos y han sacado partido de todos esos movimientos. Brad Stevens y Mike Zarren han hecho, ni más ni menos, lo que debían hacer, mejorar el equipo y poner a los Celtics en la primera línea de aspirantes.
Boston “cambia” al idolatrado Marcus Smart por Jrue Holiday y al “si le respetan las lesiones verás” Robert Williams III por Kristaps Porziņģis.
Ambos llegan a Beantown con un rol menos exigente en lo individual ya que no serán la segunda espada y pasarán a ser la tercera y cuarta respectivamente, pero con el mayor de los desafíos a nivel colectivo, lograr el campeonato.
Sin temor a equivocarte, se puede decir que el tercer y cuarto mejor jugador de cualquier roster de la NBA, o como mínimo al mismo nivel, está en Boston. Sus nuevos roles son algo bueno para ambos, si los aceptan, que lo harán, potenciarán sus virtudes a nivel general.
Brad traspasa a dos muy buenos jugadores, emblemas de la franquicia, de su defensa y del buen hacer de los Celtics a través del draft, a los mejores compañeros y amigos de los Jays a cambio de dos jugadores de calibre All-Star. Además, han salido Malcolm Brogdon, Grant Williams y el olvidado por muchos, Danillo Galinari o el veterenazo Blake Griffin.
Parte del orgullo, del sentimiento de pertenencia, de maneras de construir, algo de lo que presumíamos los seguidores verdes, “los Celtics están construidos desde el Draft”, ha desaparecido. Sólo se mantienen vía Draft y con peso en el equipo Tatum y Brown. Su hora ha llegado, es el momento de ir a por todas, a esto se viene a ganar dejando lo que haga
falta por el camino.
Aparcando lo sentimental, y continuando con una exagerada y extrema práctica del desapego, no cabe duda de que el techo del equipo mejora exponencialmente, de
hecho, convierte a Boston en un realista candidato de cara al anillo la temporada que está a punto de empezar, pero la profundidad, algo que llevamos añorando las últimas
temporadas decrece.
De estar sanos la pasada temporada los Celtics tendrían a 9 jugadores de contrastada solvencia para el asalto a los PlayOffs. La temporada que empieza en menos de un mes, Boston tendrá 6 jugadores refutados para el asalto al título, que, dicho ya a estas alturas, el no lograrlo, si la salud no lo impide, sería un fracaso.
A nivel salarios y CBA el margen de maniobra de la gerencia para agregar jugadores de rol para PlayOffs es escaso, aunque los Celtics aún pueden intercambiar dos futuras
primeras rondas y tres intercambios o swaps, además de ocho selecciones de segunda ronda.
Se espera que de los P. Pritchard, S. Hauser, J. Walsh, O. Brisset, L. Stevens, D. Banton, S. Mykhailiuk, L. Kornet, N. Queta o W. Gabriel, surjan al menos dos o tres jugadores que puedan ser lo suficientemente consistentes de cara al final de la rotación cuando las cosas se pongan serias. De no ser así, si Boston necesita mejorar su profundidad antes de la fecha límite de cambios, Brad Stevens tiene lo necesario para hacer más movimientos y ha dejado muy claro que no le va a temblar el pulso.
La falta de profundidad es un mal endémico que sufren los máximos candidatos al Larry O’Brien la próxima temporada. Bucks, Nuggets, Suns o Celtics son equipos cuyos quintetos
titulares asustan, pero el respaldo, deja, de entrada, bastante que desear. Por eso la gestión de minutos en temporada regular, la salud y tener cintura y capacidad para mejorar el roster en la próxima ventana de traspasos en febrero, se antoja muy importante de cara al desenlace final, y en eso, Brad se está destapando como un experto.
Hoy, la alineación titular de los Boston Celtics es: Jrue Holiday Derrick White, Jaylen Brown, Jayson Tatum, Kristaps Porzingis. Con Horford como 6º hombre y el resto del roster ya mencionado anteriormente.
Con ambos traspasos y esta configuración de plantilla, Brad Stevens le da poder absoluto desde los despachos a la idea de Joe Mazzulla. Refuerza la filosofía que ha tratado de
inculcar el ex entrenador interino, la de jugar con un solo jugador interior.
Redunda dicha manera de enfocar la ofensiva el hecho de que ambos jugadores grandes, Kristaps y Al, son jugadores con un excelente, por no decir extraordinario tiro exterior. La identidad, el plan A de los Celtics la pasada temporada era abrir el campo, jugar rápido y priorizar el lanzamiento desde el triple. Evidentemente con la salida de Robert Williams III
prácticamente obliga a jugar pequeño con Tatum al cuatro y se potencia la amenaza exterior con 5 francotiradores compartiendo cancha.
Jrue, además de tener esos buenos %s, agrega la capacidad de generar, ayudando en eso de lo que más adolecía el equipo, playmaking. Con Kristaps sumas amenaza desde una zona en la que no se generaba nada hasta su llegada, el poste bajo y medio.
En ataque implementas a dos jugadores que tienen una gran capacidad de anotación y que pueden apagar muchos fuegos en días en los que los Jays no estén acertados.
Desde Boston están convencidos que, con este núcleo, los Celtics están más cerca que nunca de llegar al objetivo siguiendo la hoja de ruta trazada desde que Brad Stevens
llegó a su actual cargo. La sensación es que el roster de cara a la 2023/24 aún no está del todo definido y que falta algún retoque. Dentro de 9 meses sabremos si el de Indiana tenía
razón al darle a Mazzulla todo lo que necesitaba para llevar a cabo su idea o si por lo contrario hablaremos de fracaso por primera vez con todas las letras. Está claro que nadie, ni Durant garantiza anillos, pero hoy por hoy los verdes están más cerca del 18º que en junio del 2023.
🛍️ Comprar entradas NBA
Apasionado del Baloncesto, de la NBA y de los Boston Celtics en particular. Colaboro con PlanetaNBA como comentarista especializado en los de Beantown y en el Podcast “Los Orgullosos Verdes”.
En 'Tiempo de Basket' desde 05.06.2022
Excelente como siempre Luca.
Toda una referencia si de hablar de los Celtics se trata