sábado, octubre 11, 2025
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Walter Davis o la elegancia eficaz

Walter Paul Davis, excepcional jugador nos dejó hace 10 meses. Aprovecho este espacio para hablar sobre su figura.

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Excepcional tirador, con una de las suspensiones más elegantes que ha habido en la historia de la NBA. Buen atleta, y buen defensor con un potente tren inferior. Muy hábil cogiendo la espalda del defensor y anotando tras hacer una puerta atrás (amenaza tirador). Se movía muy bien sin balón, una de las claves para circular a través de bloqueos y recibir en una posición ventajosa. Era un jugador especialmente letal en los segundos finales de partido por esa capacidad que tenía para generarse su propio tiro tras bote. Por hacer una semejanza con algún jugador más conocido, me recuerda en cierto modo a Ray Allen, salvando las diferencias. Al principio de su carrera era un jugador más explosivo que anotaba mucho penetrando hacia canasta, incluso anotaba muchos puntos tras rebote ofensivo. A medida que iba transcurriendo el tiempo su anotación dependía más del tiro exterior. La mayor parte de su carrera NBA transcurrió en los Suns donde vivió varias etapas. Una primera etapa, yo diría sus mejores años como profesional, en la que jugó en equipos competitivos, y una segunda etapa complicada en la que vivió su bajada a los infiernos y su penitencia por temas relacionados con las drogas. Denver y Portland, con una estancia muy breve, fueron sus otros equipos en la liga.

Walter Davis es uno de tantos productos destacables que salieron del estado de North Carolina desde la década de los 60. Nacido en la localidad de Pineville, era el menor de 13 hermanos en un hogar profundamente religioso. Dos de sus hermanos mayores le inculcaron su pasión por el baloncesto. Era una rata de gimnasio que pulió su talento en la soledad, ya que la mayoría de los chicos de su barrio mostraban sus preferencias por el béisbol. Comenzó a jugar de forma organizada en South Mecklenburg High School. En su año junior, el entrenador David Price le reclutó para el equipo varsity al que lideró a dos campeonatos estatales de forma consecutiva prolongando el éxito que habían conseguido los Sabres en 1970, guiados por un tal Bobby Jones, otro ilustre jugador de la NBA. Davis fue MVP en las dos finales. En la de 1971 fue el máximo anotador y reboteador de su equipo (14 pts y 10 reb), y la de 1972, dos tiros libres suyos dieron la victoria a South Mecklenburg completando una gran actuación de 22 pts y 9/14. Los Sabres solo perdieron un partido durante esos dos años. A pesar de su éxito en el terreno deportivo, no tuvo una estancia muy agradable. El centro educativo se negaba a cumplir muchas de las órdenes federales relativas a la inclusión de personas de raza negra en sus aulas. Davis y una centena de alumnos afroamericanos eran habitualmente hostigados por otros alumnos sin que el centro tomara medidas disciplinarias.

Sus notas no eran lo suficientemente buenas para acceder a la universidad, por lo que tuvo que asistir a una escuela preparatoria. Lo hizo en Sanford School, en el estado de Delaware. Don Frazier que ya le había seguido en varias ocasiones le reclutó para su equipo de baloncesto, al que guió a una temporada perfecta de 19 victorias y 0 derrotas. Los entrenadores de otros equipos interpusieron una reclamación para que no pudiera jugar las eliminatorias por el título por tener cumplidos los 18 años. Davis no pudo jugar en el torneo con los Warriors pero sus 31,7 puntos y 19 rebotes de media le valieron la inclusión en el equipo ideal del estado de Delaware. Tras terminar su periplo de enseñanza media, Davis fue reclutado por Billy Guthridge, la mano derecha de Dean Smith para jugar en la universidad de North Carolina. El prestigioso entrenador de North Carolina fue moldeando el talento de Dean Smith poco a poco. Cualquier otro entrenador le hubiera dado mando en plaza y le hubiera otorgado libertad absoluta, pero con Dean Smith, los jugadores se tenían que amoldar a su sistema y no a la inversa. Decía Marty Blake, el director de scouting de la NBA que Dean Smith era el único entrenador de la nación que podía dejar a Davis en 15 puntos de promedio. Años más tarde repitió la misma frase con Michael Jordan, y lo mismo se podría decir de otros prospectos que pasaron por sus manos.

En su primer año en North Carolina, los Tar Heels no pudieron meterse en el torneo de la NCAA, pero Davis dejó su impronta en el equipo siendo un freshman. Era el tercer máximo anotador de un buen equipo, que tenía en sus filas a Bobby Jones (en su año senior) o Mitch Kupchak. Walter Davis fue protagonista en uno de los partidos más recordados en la historia de los Tar Heels. En su lucha por mejorar su ranking y clasificarse para el torneo de la NCAA, North Carolina tenía un partido importante frente a su más enconado rival, la universidad de Duke. Los Tar Heels perdían por 8 puntos a falta de 17 segundos, y recordemos que la línea de 3 puntos todavía no se había implantado. Bobby Jones anotó dos tiros libres y Davis robó el balón en línea de fondo para asistir a un compañero. Habían rebajado la diferencia a la mitad. Tras otro robo, Bobby Jones recogió el rebote del fallo de un compañero y los Tar Heels se pusieron a dos puntos. Dean Smith ordenó hacer falta, y el jugador de Duke falló el 1+1 correspondiente. North Carolina paró el partido y pero sacaban de fondo. Davis recogió el balón en el medio del campo, dio tres botes y lanzó desde unos 8 metros empatando el partido. UNC ganó en la prórroga. Esta canasta está considerada una de las más icónicas de la historia de la universidad.

En 1975 el equipo de los Tar Heels se reforzó con la llegada del freshman Phil Ford, uno de los mejores jugadores de High School de la nación. North Carolina se tuvo que jugar el pase al torneo de la NCAA, en el torneo de su conferencia frente el vigente campeón y uno de sus rivales, North Carolina State, que tenía en sus filas a uno de los mejores jugadores del país, el escolta David Thompson. El año anterior los Wolfpacks habían cortado la racha de UCLA de 8 campeonatos consecutivos. Davis dirigió su enfoque en ese partido en la defensa. No sabía cómo iba a parar a Thompson y sus alley oops pero iba a intentarlo como fuera. Apenas pudo dormir la noche anterior por la responsabilidad, pero Davis hizo una defensa de libro sobre su rival. Thompson anotó 7 de sus 29 lanzamientos y los Tar Heels se clasificaron para el torneo de la NCAA. No pasarían de las semifinales regionales, cayendo derrotados por Syracuse por dos puntos.

Su año junior fue un año de contrastes. North Carolina ganó claramente su conferencia, pero fue derrotada en el torneo de la misma por Virginia. Una semana más tarde cayeron derrotados en la primera ronda del torneo de la NCAA contra todo pronóstico por Alabama. A pesar de estas decepciones, Davis recibió la buena noticia de su convocatoria para jugar los JJOO de Montreal. El entrenador de aquella selección estadounidense era su entrenador en UNC, Dean Smith. Los trials tuvieron lugar en el campus de la universidad de North Carolina. Aquella convocatoria tuvo mucha controversia porque Smith no se complicó la vida y seleccionó a cuatro jugadores de su equipo y tres jugadores más de su conferencia, la ACC. Conquistó la medalla de oro después de imponerse con claridad a Yugoslavia en la final. Tuvo un rol secundario en el equipo olímpico jugando por detrás de su compañero Phil Ford y de Adrian Dantley.

En su año senior, Davis estuvo más cerca que nunca en su carrera de conquistar el título universitario. Los Tar Heels tenían un gran equipo. En el torneo de su conferencia, Davis se fracturó el dedo en semifinales, y le drenaron sangre para que pudiera jugar la final contra Virginia, al más puro estilo Willis Reed. Jugó un par de minutos solamente, pero su equipo sin tres de sus jugadores titulares se llevó el torneo. Davis pasó por quirófano, sin saber si podría volver a jugar con los Tar Heels. Sus compañeros se impusieron sin él en la primera ronda del torneo de la NCAA en un agónico partido contra Perdue. Esto proporcionó a Davis unos diez días para ganar tiempo. Con una férula y la fractura de su dedo sin sanar, jugó el resto del torneo y ayudó a su equipo a avanzar hasta la Final Four dejando en la cuneta a las universidades de Notre Dame, Kentucky y la número 1 del ranking UNLV. En la Final Four, perdieron en semifinales contra Marquette. Davis, recordemos con un dedo roto, promedió 18 puntos por partido y lanzó con un porcentaje del 56% en tiros de campo.

Fue drafteado en el número 5 de la primera ronda por Phoenix Suns, que tenían un gran déficit en la posición de alero. Los Suns tenían entre sus preferencias a Greg Ballard (aquel alero que jugó a finales de los 80 en el Scavolini de Pésaro), pero los Bullets se adelantaron y los Suns eligieron a Davis. Su primer año fue mucho mejor de lo que nadie podía esperar. De hecho, Jerry Colangelo el general manager afirmaba que en su primer año no esperaban que fuera algo más que un jugador de rotación en torno a los 20-24 minutos de juego. En una dura pugna con Bernard King y Marques Johnson (con los que compartía posición), fue nombrado rookie del año después de promediar más de 24 puntos por partido. Además, fue seleccionado para el All Star, incluido en el segundo mejor equipo de la NBA y quedó quinto en las votaciones para el MVP de la temporada. Si se puede resumir en una palabra la temporada rookie de Davis es eficacia y rentabilidad. Davis promedió más de 24 puntos por partido jugando solo 32 minutos de media. No jugó más de 40 minutos en ninguno de los 81 partidos de esa temporada, y además fue tremendamente regular: anotó más de 20 puntos en 61 ocasiones, con una máxima anotación de 40. Por si fuera poco, lo hizo lanzando con porcentaje del 53%, que es extraordinario para un jugador que anota un volumen considerable de puntos desde el tiro exterior. Estos números se complementaron con las 49 victorias de los Suns que logró el segundo mejor récord del Oeste. No pudieron ratificar esa posición en los playoffs cayendo en primera ronda con los Bucks. Davis estuvo bien en sus primeros playoffs con un promedio de 25 pts, aunque una pérdida de balón suya en el partido decisivo enterró las opciones de ganar de su equipo.

Walter Paul Davis Phoenix Suns

En su segundo año Davis estuvo a un nivel similar al de su año rookie. Compartía junto a Paul Westphal la responsabilidad ofensiva de los Suns, que además se reforzaron a mitad de temporada de cara a los playoffs con Truck Robinson, un ala pívot bajo, pero de fuerte complexión, que fue el máximo reboteador de la liga el año anterior. Durante esta temporada se empezó a labrar la fama de clutch player con varias canastas decisivas sobre la bocina. Los Suns volvieron a establecer la segunda mejor marca de victorias en el Oeste. Davis fue fundamental en primera ronda de playoffs contra Portland. En el tercer y decisivo encuentro anotó 8 puntos durante el último cuarto en un parcial de 14-0, que sirvió para remontar una desventaja de 8 puntos. Davis promedió más 26 puntos en la serie.Tras eliminar con relativa facilidad a los Kings, los Suns se vieron las caras con los Sonics en una eliminatoria a siete partidos. Los Suns perdieron los dos primeros partidos ante unos Sonics más intensos. Davis estuvo muy bien defendido por John Johnson, el alero y hombre orquesta de Seattle. Cuando los Suns igualaron la dureza de los Sonics empataron la eliminatoria e incluso llegaron a estar 3-2 por delante. Davis, que había lanzado por debajo del 40% en los dos primeros partidos, recuperó la puntería y anotó casi el 60% de sus tiros. Estaban a un paso de jugar unas finales de nuevo tras perder las de 1976 contra los Celtics. Los Suns perdieron una ventaja de ocho puntos en el último cuarto del sexto partido. Davis cometió pasos en una posesión importante y en la última jugada del partido, los Suns no pudieron hacerle llegar el balón ni a él ni a Westphal. Los Sonics se impusieron en el séptimo partido, a pesar de los 26 puntos de Davis. Aquella temporada fue lo más cercano que estuvo de ganar un título, además fue seleccionado para el All Star, recibió votos para el premio del MVP y fue incluido en el segundo mejor equipo de la liga.

Curiosamente un año después, los Suns lograron 5 victorias más que el año anterior, pero quedan terceros de su división, teniendo mejor récord que el líder de la Midwest. Esto provocó que se tuvieran que verse las caras en semifinales de conferencia con Los Angeles Lakers de Kareem Abdul Jabbar y un rookie llamado Earvin Magic Johnson. Walter Davis se hizo un esguince de tobillo en el segundo partido, que perdería su equipo en la prórroga. Y jugó el resto de la serie tocado. Los Suns también perdieron por lesión a su otro alero titular Truck Robinson, y los Lakers vencieron por la vía rápida 4-1 con una Kareem imperial 32 pts, 11 reb, 3 tap, casi 60% FG y 86% TL y un Magic Johnson que promedió un triple doble. En la temporada 80-81, hay un cambio importante en la plantilla que condiciona la temporada de Davis. Los Suns traspasan a Paul Westphal y reciben a cambio a Dennis Johnson, por dos motivos principalmente. Primero, porque Westphal terminaba contrato, y segundo porque McLeod quería hacer de los Suns un equipo más defensivo de cara a los playoffs. Además, el base titular Don Buse se lesionó en pretemporada y esto motivó que Davis pasara a jugar de escolta, una posición a la que tuvo que adaptarse. En esta transición de alero a escolta se vieron reducidos sus minutos y sus tiros, aunque su efectividad seguía siendo asombrosa. A pesar de todo, la temporada regular fue exitosa en el plano individual y colectivo, Los Suns consiguieron la que hasta ese momento era la mejor marca de su historia 57 victorias, y Davis fue votado por el público como integrante del quinteto titular del Oeste para el All Star Game. Paradójicamente fue votado como alero y no como escolta. Los escoltas titulares del Oeste fueron Gervin y Westphal. Además, los Suns le renovaron por cinco años más por una cantidad de 3,2 millones de dólares. Los Suns tenían esperanzas de hacer algo grande en playoffs, ya que tenían el mejor del Oeste y habían ganado el enfrentamiento particular a los Lakers por 4-2 en regular season, pero contra todo pronóstico cayeron en semifinales de conferencia contra los Kansas City Kings en 7 partidos con un tiro fallado de Davis en el último segundo del segundo partido que pudo haber cambiado el signo de la eliminatoria. Fue una gran decepción para Davis porque además perdieron contra un rival al que le faltaban sus dos mejores jugadores, Phil Ford, ex compañero de Davis en UNC, y Otis Birdsong.

A principios de los 80, como casi todos los veranos, Davis solía regresar al campus de North Carolina. Solía juntarse con otros ex jugadores y solían compartir entrenamientos y partidos amistosos con los jugadores de la plantilla de UNC. Era parte del legado de Dean Smith, que había asociado el concepto de familia al equipo de baloncesto de Tar Heels. Los hermanos mayores que se gradúan y abandonan el hogar, pero siempre vuelven a casa. Algunas de las grandes universidades han replicado ese modelo, y es algo que se ha perdido como consecuencia del salto temprano de los jugadores a la NBA. Ya no existe ese tipo de sentimiento fraternal entre jugadores que han compartido el mismo centro universitario. En esos veranos Davis pudo trabajar y enseñar su jump shot a un joven Michael Jordan, que ya dejaba muestras de su gran talento y capacidad, pero que todavía tenía que pulir algunos aspectos de su juego, como un inconsistente tiro en suspensión. Jordan tuvo uno de los mejores maestros, su ética de trabajo hizo el resto para desarrollar una de las mejores armas de su arsenal. Antes del comienzo de la competición colegial Jordan hizo unas declaraciones en las que afirmaba sentirse halagado por las comparaciones con David Thompson y Walter Davis, a los que consideraba sus ídolos.

En la pretemporada 1981, Walter Davis sufrió una lesión en un partido contra los San Diego Clippers, en el que se fracturó el codo. Davis se perdió las 8 primeras semanas de competición. Y a su regreso John McLeod en lugar de devolverle un puesto en el quinteto titular, le utilizó como sexto hombre. Kyle Macy ocupó el puesto de base titular y Dennis Johnson pasó a jugar de escolta. Los dos meses de ausencia influyeron en el récord del equipo que ganó 11 partidos menos que la temporada anterior. Incluso en playoffs, McLeod mantuvo a Macy en el 5 inicial jugando más tiempo que Walter Davis que, a pesar de jugar solo 24 minutos por partido contra Portland en primera ronda de playoffs, promedió más de 22 puntos, incluyendo 30 en el partido definitivo de la serie. Sin embargo, su trayectoria no fue más allá porque en segunda ronda se toparon con los Lakers que les barrieron en cuatro partidos. Cooper hizo un gran trabajo defensivo sobre Davis, dejándole por debajo del 40%. Una temporada más tarde McLeod le devolvió la titularidad. Sus promedios volvieron a subir hasta los 19,0 puntos, por encima del 50%. En una de esas noches inspiradas, Davis anotó sus 15 primeros lanzamientos en un partido contra Seattle, batiendo el récord de Larry Costello. Davis anotó 34 puntos sin ningún fallo (entre Fg y Ft) hasta que falló su último lanzamiento en el último minuto del partido. Los Suns completaron una gran regular season 53 victorias, pero nuevamente cayeron en primera ronda de playoffs contra Denver perdiendo la ventaja de campo siendo Davis el máximo anotador de los Suns con 26 pts de media.

Davis y los Suns entraban en una etapa convulsa. John McLeod y Dennis Johnson tenían diferencias irreconciliables que acabaron con DJ en los Celtics a cambio de Rick Robey, uno de los traspasos más desiguales de toda la historia. Alvan Adams tenía problemas con la directiva y amenazó con su retirada en el caso de que tomaran la decisión de traspasarle. Los Suns pese a una campaña mediocre logran dar la sorpresa en playoffs eliminando a Portland y a Utah con factor cancha en contra. Davis promedió más de 26 puntos contra los Blazers, y es un jugador determinante en las tres victorias de Phoenix, sobre todo en el quinto y definitivo encuentro anotando 21 de sus 29 puntos en la segunda mitad. Contra Utah fue clave con un triple que forzó la prórroga en el cuarto encuentro, que se llevarían finalmente los Suns por un solo punto. En las cuatro victorias de su equipo se fue a 28 puntos por partido. Y en la final, otra vez los Lakers, volvieron a apearles de la pelea por el título por un total de 4-2. Davis anotó 34 en el tercero, 6 de ellos en la prórroga. Fue otra vez el mejor de su equipo con 24 pts de media. En el sexto encuentro, James Edwards falló el tiro decisivo ante la intimidación de Kareem. Los jugadores de los Lakers tenían muy clara las directrices de Riley: que no reciba Davis.

En la pretemporada de 1984 se desgarró los ligamentos de su rodilla izquierda lo que provocó que se perdiera tres cuartas partes de la temporada. Los Suns incluso pusieron una denuncia a los Lakers ante la NBA, quejándose del mal mantenimiento del parquet Forum Inglewood que se había colocado encima de la pista de hielo que usaban Los Angeles Kings, lo que provocó que el suelo estuviera resbaladizo y causó la lesión de Davis. Estuvo cuatro meses en el dique seco, regresó en la recta final de la temporada, pero una nueva lesión, esta vez un desgarro de los ligamentos de su tobillo, le dejaron sin playoffs. Esta serie de pequeñas desgracias se unieron a los acontecimientos que tuvieron lugar en su carrera en la temporada 85/86. Davis regresó de su lesión en mejor forma que nunca y su inicio de temporada fue espectacular. En los primeros dos meses de competición Walter Davis se iba por encima de los 24 puntos de media y promediaba la cifra más alta de asistencias de su carrera. Era el gran favorito para ganar el Comeback Player Of The Year. La sorpresa general saltó cuando el 12 de diciembre de 1985. Davis se perdió un vuelo de su equipo desde San Francisco a Los Angeles. Lo hizo la mañana siguiente de meterle 43 puntos a los Warriors (29 de ellos en la segunda mitad). Cuando le localizaron, Davis confesó que tenía un problema de adicción a la cocaína y el alcohol. Decía Jerry Colangelo, el general manager, que lo normal después de un partido como ese sería que un jugador estuviera eufórico, pero Walter estaba con una terrible depresión. Ingresó en una clínica de rehabilitación en la que estuvo alrededor de un mes. Pasado este tiempo fue readmitido por la liga. Con David Stern a la cabeza, la NBA estaba empezando a tomar cartas en el asunto de erradicar el consumo de drogas. A pesar de su problema con las drogas, renovó dos años más con los Suns. Respondiendo a la confianza de la franquicia, Davis hizo una gran campaña en el plano individual promediando 23,6 puntos. Fue llamado para el All Star por sexta y última vez en su carrera, pero los Suns eran un equipo en descomposición que además tenía graves problemas en su plantilla y no solo deportivos.

Al finalizar la temporada se hicieron públicas las investigaciones sobre algunos jugadores relacionados con las drogas y apuestas. Tres integrantes de la plantilla de los Suns (James Edwards, Jay Humphries y Grant Gondrezick) fueron acusados de cargos que iban desde la posesión al tráfico de cocaína y otras sustancias ilegales. Dos ex jugadores de los Suns también fueron acusados: Mike Bratz y Garfield Heard, ambos retirados. Otros seis miembros de la plantilla de Phoenix fueron llamados a testificar por ser testigos de dichos delitos. Entre ellos estaba Walter Davis, que volvió a recaer en su adicción a la cocaína y entró de nuevo en un programa de rehabilitación. En el juicio James Edwards reconoció haber suministrado cocaína a Davis desde 1983. El caso fue llamado por la prensa como Watergate después de que el testimonio de Davis (a cambio de inmunidad según los agentes de la ley y obligado por ellos según Davis) sirviera para inculpar a algunos de sus compañeros. Davis confesó delante de un jurado que su primer contacto con la cocaína fue en 1979 a través de su ex compañero Garfield Heard.

Después de un verano ajetreado y unos meses de competición, los Suns hicieron limpieza en el vestuario. La franquicia fue comprada por un grupo empresarial. Cortaron a Grant Gondrezick que fue sancionado por la NBA a perpetuidad, traspasaron a James Edwards a los Pistons, a Larry Nance y Mike Sanders a los Cavaliers y a Jay Humphries a los Bucks. Davis se quedó como uno de los supervivientes de aquel escándalo y uno de los pocos jugadores que todavía contaba con el beneplácito de los aficionados. La temporada de los Suns fue bastante mala. El equipo solo pudo ganar 28 partidos, y Davis se erigió como el máximo anotador del equipo (17,9 pts) tras la salida de Larry Nance. Los Suns no hicieron efectiva la opción que tenían sobre el jugador y Davis se convirtió en uno de los primeros agentes libres sin restricción de la historia (el primero fue Tom Chambers que firmó precisamente por Phoenix). Abandonaba los Suns como el máximo anotador de su historia.

Davis firmó por un año con los Nuggets por la mitad del salario que cobraba en Phoenix. Recaló en el equipo de Doug Moe que estaba en la recta final de esa locura de Run&Gun que practicaba un juego ultra ofensivo. Davis asumió su papel de sexto hombre al tener por delante a jugadores como Lafayette Lever y Alex English. Aunque sus minutos se vieron drásticamente recortados, aprovechó su tiempo cancha y promedió 16 pts en 23 min. Los Nuggets se clasificaron para playoffs, los primeros en cinco años para Davis, pero ironías del destino en primera ronda le tocó en suerte enfrentarse a los Phoenix Suns, que pasaron de ganar 28 partidos la temporada anterior a ganar 55 en la siguiente con las incorporaciones Kevin Johnson a mitad de la temporada anterior, la de Tom Chambers, el sexto hombre Eddie Johnson, y el asentamiento de dos jóvenes Jeff Hornacek, Armon Gilliam y el rookie Dan Majerle. No reparó en sentimentalismos, los Nuggets fueron barridos, pero Davis promedió en la serie 26 puntos por partido, incluido 34 puntos en el primero de ellos. Tras finalizar este año renovó por otro año más. En la pretemporada de 1989 los Nuggets participaron en Open McDonalds celebrado en Roma. Walter Davis con a punto de cumplir 35 años fue elegido MVP del torneo después de anotar 23 puntos contra el FC Barcelona en semifinales y otros 26 contra la Jugoplastika en la final. Davis finalizó el torneo con una serie de tiro de 21 canastas en 27 intentos. En su segunda temporada en Denver, Davis vivió el final de una era. Fue el último año en la franquicia de referentes como Doug Moe, Alex English o Lafayette Lever. Bordó de nuevo su papel de sexto hombre anotando caso 18 puntos por partido en 24 minutos de juego. Los Nuggets se metieron de nuevo en playoffs siendo barridos por el segundo cabeza de serie del Oeste, los Spurs de un rookie llamado David Robinson. Davis tuvo una actuación discreta como el resto de su equipo. Promedió 14 puntos por partido, pero con un pobre porcentaje del 40%.

Al finalizar este año de contrato con los Nuggets, Davis volvió a convertirse en agente libre, y recibió un gran interés de los Bulls por ficharle. Michael Jordan, que había sido un gran admirador suyo, solicitó a Jerry Krause su fichaje. Jordan en persona le llamó varias veces para convencerle e incluso puso a disposición de los Bulls $300.000 de su propio salario para su incorporación, pero finalmente tomó la decisión de renovar un año más con los Nuggets por motivos familiares. Su hija se graduaba ese año y una posible mudanza podría haber afectado a sus futuros estudios universitarios. Fue en este periodo cuando comenzaron los primeros roces de Jordan con Jerry Krause al que culpaba de no haber hecho lo suficiente para reclutar a Davis y además le acusó de estar más pendiente de las evoluciones del croata Toni Kukoc que por posibles refuerzos inmediatos de los Bulls.

A Davis no le fueron demasiado bien las cosas en el nuevo proyecto de los Nuggets, el estilo ultra ofensivo de su entrenador Paul Westhead con posesiones muy cortas y un ritmo de juego frenético, no era el más conveniente para el juego de Davis a esas alturas de su carrera, a pesar de sus casi 19 puntos por partido. Los Nuggets eran un desastre con el peor registro defensivo de toda la historia, 131 puntos por partido encajados. La temporada fue tan desastrosa que los Nuggets escucharon ofertas por él a mitad de temporada, y los Bulls (concretamente Jordan) mostraron interés por él. Después de varios días de rumores Walter Davis fue traspasado a Portland en un trade a varias bandas que involucró también a Drazen Petrovic. Jordan explotó en cólera, su primera respuesta a las preguntas de los periodistas fue un lacónico: «Podéis escribir que ahora mismo no soy muy feliz» Hay que ponernos en el contexto de que los Bulls estaban en el camino de su primer anillo, y Jordan había visto como ninguna de sus sugerencias se había materializado en un refuerzo: ni Walter Davis, ni Lasalle Thompson, ni Tony Campbell ni Derek Harper. Los Bulls no pusieron un gran empeño en su incorporación porque ni Jerry Krause ni Phil Jackson entendieron que era el perfil de jugador que necesitaban. El enfado de Jordan se agravó ante el hecho de que Davis acabó reforzando a los Blazers, que en esos momentos tenían el mejor récord de la liga. Fue entonces cuando pronunció la famosa frase: «Si yo fuera el GM, tendríamos un mejor equipo».

En los Blazers, al igual que el defenestrado Petrovic tuvo un papel residual. Tenía por delante a Clyde Drexler, Jerome Kersey, Danny Ainge y Cliff Robinson. Por primera vez en su carrera tras 964 partidos no jugó ni un solo minuto en un partido a pesar de estar disponible para su entrenador. Adelman apenas lo utilizó, ni en regular season ni en playoffs. Ainge tampoco fue lo que se dice un buen compañero porque veía en Davis una amenaza. Tan pronto Davis abandonó Portland, no tardó en rajar sobre su ex compañero, echándole la culpa del bajón de juego que sufrió el equipo. Los Blazers le cortaron antes del comienzo de la siguiente temporada, y firmó el último contrato de su vida de nuevo con Denver, ciudad en la que todavía residía su familia. En su última temporada hizo lo que mejor sabía hacer, aunque de manera más condensada. A sus 37 años todavía promediaba unos más que decentes 10 puntos por partido en 16 minutos. Paul Westhead seguía como entrenador y el rookie Dikembe Mutombo era el mejor jugador del equipo. Davis se perdió casi 40 partidos por unos problemas con el Aquiles, pero regresó a tiempo para jugar los últimos partidos de su carrera. Como curiosidad cabe destacar que la máxima anotación de esa temporada la logró en los dos últimos partidos en los que anotó 20 puntos en cada uno de ellos.

Se retiró con casi 20.000 puntos en su carrera (se quedó a menos de 500 con solo 157 triples en toda su carrera), fue 6 veces All Star, 2 veces All NBA, Rookie del Año y evidentemente fue incluido en el mejor equipo de novatos. En 1994, los Suns retiraron su camiseta con el número 6. Cuando se retiró siguió vinculado con la franquicia de los Nuggets como comentarista y ejerció también durante un tiempo como ojeador de los Wizards. Falleció hace unos meses el 2 de noviembre de 2023. Después de su muerte se confirmó su nominación como uno de los candidatos a entrar en el Hall of Fame. Por contar alguna anécdota más de su carrera. Davis apareció en una de las escenas finales de la película “El pez que salvó a Pittsburgh”.

Y por último, destapando mi lado más frikie, me puse a rebuscar en las hemerotecas todos sus tiros ganadores o que sirvieron para forzar una prórroga. Aquí la lista:

  • 28/12/78 Fuerza la prórroga contra Portland y anota la canasta de la victoria en el tiempo extra
  • 30/03/79 Fuerza la prórroga contra Seattle y anota la canasta de la victoria en el tiempo extra
  • 28/10/79 Anota la canasta de la victoria contra Portland
  • 16/11/79 Anota la canasta de la victoria contra Portland
  • 17/01/80 Anota la canasta de la victoria contra Atlanta
  • 6/02/80 Anota la canasta de la victoria contra Kansas City
  • 8/02/81 Fuerza la prórroga contra Washington
  • 21/02/84 Fuerza la prórroga contra San Antonio
  • 16/03/84 Anota la canasta de la victoria en la prórroga contra Washington
  • 6/05/84 Fuerza la prórroga contra Utah
  • 7/03/85 Anota el triple de la victoria contra San Antonio
  • 26/02/86 Anota la canasta de la victoria contra Portland
  • 3/03/86 Fuerza la prórroga con un triple contra Dallas
  • 12/03/86 Anota la canasta de la victoria en la prórroga contra Milwaukee
  • 4/04/87 Fuerza la prórroga contra los Clippers
  • 7/04/87 Fuerza la prórroga con un triple y anota la canasta de la victoria en el tiempo extra contra Seattle
  • 13/02/88 Anota la canasta de la victoria contra Sacramento
  • 4/02/89 Anota la canasta de la victoria contra Utah
  • 1/04/89 Fuerza la prórroga con un triple contra los Lakers
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Ficha del autor

Oscar Villares

Aficionado al baloncesto y al deporte en general

En 'Tiempo de Basket' desde 05.04.2021

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