Al terminar un entrenamiento de la selección soviética, en 1982 en Cali, todos los jugadores abandonaron la cancha excepto dos; Anatoli Myshkin, el jugador más genial del basket soviético (hasta ese momento), y Arvydas Sabonis, el nuevo talento.
Arvydas Sabonis, nacimiento y auge de una estrella
Khorosho, Sabo
“Y de repente asistimos a un ´uno contra uno´ tan alucinante que creemos sólo en la NBA se puede asistir a algo similar. Los diez minutos que duró la confrontación cara a cara quedaron como un recuerdo imborrable: Myshkin haciendo gala de su vastísimo repertorio, y Sabonis respondiéndole a la par (siendo 10 centímetros más alto). En ocasiones lograba superar al maestro. Al final Myshkin le dijo,´Khorosho, Sabo´ (algo así como ´Muy bien, Sabo´) palmeándole la mejilla”. Estas fueron las palabras de Franco Pinotti, director de la revista Nuevo Basket, tras presenciar el espectáculo.
Este mundial de 1982 fue la primera presencia con la selección senior, aunque ocupando el último lugar de la plantilla.
Sandro Gamba, seleccionador italiano a la sazón, declaró: “El que mejor proyección futura tiene es Sabonis, un auténtico y grande talento. Debería estar jugando el Eurobasket junior pero han considerado más aprovechable traerlo aquí. Es realmente un jugador que en los próximos años marcará la diferencia”. Y no iba desencaminado. Habían descubierto un fenómeno con 17 años y 2,17 metros de estatura.
Su aparición en el basket internacional suscitó el interés de numerosos técnicos, incluidas varias universidades americanas tras la gira de la selección soviética por Estados Unidos.
Jordi Román, redactor jefe de Nuevo Basket, hablaba así de Sabonis: “Está llamado a ser un jugador decisivo. Lo hace todo y bien. Y con pasmosa facilidad, sin despeinarse: rebotea, tapona, pasa en corto y a larga distancia, tira perfectamente desde cualquier posición…. Es otro americano nacido en la URSS por error. El arte unido a muchos centímetros. En poco tiempo va a ser imprescindible e indiscutible. Entonces podremos gozar de las excelencias de un pívot con clase”.
Despegue en 1983
A sus 18 años se convierte en el mejor jugador de su selección en el Eurobasket´83. No pudieron revalidar el triunfo del torneo al caer en semifinales ante una espléndida España. Es uno de los mejores jugadores del torneo, pero quizás le falte todavía ese punto de experiencia.
Y casi sin descanso llega el Mundial junior. No dieron opciones a sus rivales y Sabonis, el líder de este equipo, demostró ser una máquina imparable con una buena defensa y una facilidad en ataque que lograba imponer su ritmo. Especialmente cuando salía con ganas.
En la final ante los estadounidenses, lo tuvieron todo para ganar, pero con Larry Krystkowiak y las ayudas de sus compañeros defendiendo al pívot soviético, impidieron que pudiera desarrollar su juego con normalidad y no encontraron esa inspiración en su mejor jugador para certificar la victoria.
Rabia contenida
En el preolímpico de París de 1984, volvió a demostrar su poderío y arrastrar con sus ganas de jugar a sus compañeros. Se alzaron con la victoria en un torneo en el que sólo se jugaba el honor: sabían que no iban a poder participar el los JJOO de Los Angeles´84 , por el boicot de su gobierno, y quisieron demostrar quiénes eran los mejores de Europa.
Demostró tener más experiencia y un tremendo potencial enfocado a hacer ver al mundo de lo que era capaz en una pista de baloncesto. Incluso pelear por la medalla de oro en la Meca del basket.
Una imagen que dejó en la retina a todos los asistentes (y a los que lo vimos por televisión) fue la rotura del tablero durante el Torneo de Navidad del Real Madrid. Algo que veíamos en video o fotos. Una acción de fuerza y rabia con la que acometía el aro rival.
Por primera vez hablaba de la NBA: “Cuando estuve en USA en 1982, los Lakers me ofrecieron un contrato millonario, pero por diversas razones no se concretó” Así como de su deseo de jugar con los profesionales: “Por supuesto que me gustaría jugar allí. Es el mejor baloncesto del mundo. Además, mi estilo de juego es muy parecido. Yo lo baso en la fuerza y en el espectáculo, con el complemento de una buena técnica. Creo que tengo condiciones para jugar en la NBA”.
Demostración de liderazgo y dominio
Pierde la final de Recopa de 1985 ante el Barcelona, debido a una hábil defensa que limitaron los espacios y la acción de Sabonis, impidiéndole así ejercer el juego con el que había llevado a su equipo a la final. Otra lección aprendida.
Un liderazgo que también le llevó a desbancar al TsSKA, después de treinta y cuatro años, del título de campeón de la URSS.
Llega al Eurobasket´85 de Alemania con ganas de revancha y Sabonis demostrar que es el mejor: un jugador capaz de marcar la diferencia. Pero habrá que saber hasta qué punto ha adquirido más experiencia y estaría dispuesto a sacrificarse por el bien del equipo.
El título de campeones de Europa es suyo. A nivel individual destaca una vez más su juego, cuyo límite no alcanzamos a ver, hasta que algún día le dejen rienda suelta después de comprobar la facilidad con la que destruye sistemáticamente a sus rivales. Ya es el número 1 de Europa por encima del resto de jugadores del continente.
En su primera participación en la Copa de Europa, a pesar de contar con hombres de calidad, depende que quiera jugar de verdad y demostrar que es el mejor jugador del continente. Y lo consigue llevando al Jalguiris a la final ante la Cibona de Petrovic. En declaraciones previas al encuentro, y debido a los duros enfrentamientos con los yugoslavos, indicó: “Si buscan pelea, yo no seré quien la rehuya…” Y fueron premonitorias sus palabras.
Todo se desarrolla bajo un guión más o menos establecido, con la Cibona por delante con una diferencia en el marcador asequible. Pero en una entrada a canasta de Nakic con falta intencionada de Krapikas, el yugoslavo le proporciona un codazo al lituano. La tangana estaba servida y Arvydas Sabonis no se la quiso perder: se recorrió toda la pista para propinarle un puñetazo a Nakic. Con la descalificación del pívot, al Zalgiris se le acabó el fuelle.
Munidal 1986
Previo al Mundial´86 nota molestias y no juega un torneo preparatorio en Santa Cruz de Tenerife. Le diagnostican una pequeña rotura parcial del tendón del pie derecho.
Y comienza el mundial con una primera fase donde según periodistas allí desplazados escriben: “tiene momentos estelares y otros, como ante Uruguay, que entró poco en juego y cuando lo hizo estuvo demasiado payaso”.
A partir de la siguiente fase, asienta su juego y llegan a la final tras ganar en semifinales a Yugoslavia sudando sangre. Aunque realiza un gran encuentro ante USA en la final, desplegando todo su arsenal de movimientos, técnica y táctica, no consigue subir a lo más alto del podio.
Durante el Mundial de Clubes juega sin aparentes problemas todo el campeonato, pero Sabonis sufre un leve desgarro del músculo plantar del pie izquierdo que no le impide alzarse con el triunfo.
Con 21 años ha demostrado en apenas 5, que se trata ya de un jugador de presente y con un futuro fabuloso en el que descubrir sus límites. Ha logrado prácticamente todo con su selección, a pesar de ser algo díscolo y desplegar su juego cuando le apetece. Sin embargo, lo tiene todo para ser un pívot dominante durante mucho tiempo. Con este panorama, Portland Trail Blazers lo elige en 1ª ronda del draft de 1986, aprovechando que la elección del año anterior por Atlanta Hawks quedó anulada a causa de su edad, y se garantizan los derechos de este increíble jugador.
Continuara…
Fuente: Nuevo Basket
Agradecimientos: Antonio Rodríguez (por su ayuda) y Natxo Andreu (por lanzar el reto y su ayuda)
🔥 Arvydas Sabonis, el rey de Kaunas (y II)
Baloncesto como forma de vida
En 'Tiempo de Basket' desde 14.05.2020