Todas las temporadas nos encontramos con ese jugador a quien le gusta crear tensión durante el encuentro y en el postpartido. En su día ese papel lo realizó Trae Young, pero sin ninguna duda este año el premio se lo lleva Dillon Brooks, en su afán de competir hasta el final teniendo como consecuencia el que poco a poco se haya labrado una de las peores reputaciones de la NBA. Esta semana fue noticia a raíz de que los Memphis Grizzlies decidieron no renovarle el contrato por lo que se convertirá en agente libre.
En su época universitaria se estableció como uno de los grandes anotadores de la liga, sobre todo en los momentos clash. En ese entonces nada indicaba que sería un jugador polémico. Todo llegaría en las semifinales de Conferencia Oeste de la NCAA, cuando la Universidad de Oregón estaba a punto de eliminar a Duke y Brooks en un acto de villanismo decidió romper la regla no escrita de no lanzar cuando el partido está ya decidido. Así, el 24 de Oregón tiró un triple que encestó. Esto causó que se enfrentase verbalmente a uno de los entradores más prestigios de mundo baloncestístico universitario, Mike Krzyzewski. A partir de ese momento, poco a poco fue formando ese personaje que tanto le caracteriza ahora. Aun así, los ojeadores y franquicias de la NBA sabían que tenía un talento peculiar. Los Memphis Grizzlies realizaron uno de los mayores robos del draft 2017 de los últimos años acordando un traspaso con los Houston Rockets para conseguir los servicios de Dillon Brooks. El que fuera elegido en quince puestos de la segunda ronda, tuvo unas dos primeras temporadas bastantes irregulares promediando alrededor de los 10 puntos en veinte minutos de juego. Ha sido durante estos últimos tres años cuando Brooks ha dado un salto de calidad y ahora no es raro verle meter 20 puntos por encuentro y hacer buenas actuaciones regularmente.
Pero sin ninguna duda el tema a tratar es su personaje de villano que se ido formando a lo largo de las temporadas. Todo empezaría en los playoffs de 2021 cuando los Grizzlies se enfrentaban a los Utah Jazz. Esas series destacaron por la dureza y rugosidad de los enfrentamientos, siendo la primera víctima del alero el actual jugador de los Cavaliers, Donovan Mitchell. A lo largo de los partidos se dio un constante trash-talking entre los dos jugadores, llegando a una rivalidad que prosigue hasta el día de hoy. Lo pudimos observar hace dos meses cuando Brooks provocó una tangana entre los dos equipos, tras intentar agredir al 45 de los Cavs.
Otro de sus grades rivales dentro y fuera de las canchas es Klay Thompson, desde las seminales del Oeste donde los Warriors eliminarían a los Memphis en seis partidos, otra vez teniendo en el punto de mira el trash-talking. Finalmente, los de San Francisco ganarían otro anillo más y Klay en la rueda de prensa, tras una pregunta sobre su relación con Brooks y los Grizzlies, declaró “que se rían ahora los paquetes”. Parecía que esta tensión entre los jugadores era a causa de la presión de los playoffs. Sin embargo, esto no era así ya que durante los partidos de esta temporada han seguido por el mismo camino, poniendo como prioridad sus hazañas personales antes que la victoria de su equipo.
En los playoffs que se están celebrando en estos momentos, durante la primera ronda los Grizzlies se enfrentaron a los Lakers, donde Dillon Brooks fue otra vez protagonista y no por su buen rendimiento dentro del campo. Tras ganar el Game 2 llamó a Lebron “viejo”. No se quedó ahí la cosa ya que tras ser derrotados en los partidos siguientes Brooks se negó a hablar con los medios. Tampoco volvió a hablar después de la derrota del Juego 6 que puso fin a la temporada de Memphis. La NBA multó a Brooks con 25$K por saltarse su obligación de disponibilidad para los entes de comunicación.
Dillon Brooks no solamente se encara con jugadores de talla mundial, sino que también ha tenido polémicas con medios de comunicación y periodistas de la talla de Shannon Sharpe.
En definitiva, está claro que Dillon Brooks quiere demostrar lo que realmente vale y no va a parar hasta conseguirlo. Esa actitud es la que deberían tener todos los deportistas, pero dándole un golpe a Lebron James en la cabeza no lo conseguirá. La ambición es un arma de doble filo y de momento el exjugador de los Grizzlies no está logrando sus objetivos profesionales. Veremos si alguna franquicia se arriesga a contar con los servicios del Villano de la NBA.
🛍️ Comprar entradas NBA
Periodismo UMA / Nadador Club Mediterráneo Málaga
En 'Tiempo de Basket' desde el 07.02.2022