viernes, noviembre 7, 2025
InicioAnálisis / OpiniónLa maldición de Atlanta Hawks

La maldición de Atlanta Hawks

La ceremonia del draft se ha convertido desde tiempos inmemoriales en un juez cruel e inmisericorde que utiliza el paso del tiempo para señalar a aquellos que eligieron mal. En otras ocasiones, por el contrario, los jugadores justificaron con su rendimiento sobre la cancha el interés que despertaron en las franquicias que los seleccionaron. Sin embargo, hay un escenario alternativo; la elección es la adecuada, pero por unas circunstancias u otras, el jugador en cuestión nunca llegó a jugar para el equipo que le drafteó. Hay una franquicia que se ha convertido en el paradigma de este último caso. Durante varias etapas de su historia, incluso en diferentes sedes, los Hawks nunca vieron a los siguientes jugadores vestir su camiseta.

dazn baloncesto nba acb

Bob Cousy

Amazon Primer Video baloncesto NBA

Red Auerbach era inflexible, no se iba plegar a ningún tipo de presión, sin importar de dónde viniera (prensa, aficionados, Walter Brown). No iba a draftear al héroe local, un base procedente de un centro católico de New England fundado en 1843. Bob Cousy había hecho las delicias de muchos aficionados de la ciudad de Boston cuando Holy Cross jugaba en el Boston Garden. Todos suponían que los Celtics acabarían drafteando a Cousy. Auerbach había sido contratado para construir un gran proyecto en Boston y evitar que la franquicia desapareciera. El baloncesto universitario arrasaba en popularidad al baloncesto profesional, hasta el punto de que muchos periodistas afirmaban que cualquier equipo universitario de cierta entidad podría derrotar a los Celtics. No conocían bien cómo se las gastaba el bueno de Red, que solía organizar giras por todo el estado de New England en pretemporada programando partidos contra todas esas pequeñas universidades y masacrarlas. Quizás por eso tenía tantos prejuicios acerca de Cousy, o tal vez sólo se debía a un criterio estrictamente técnico. Lo cierto es que Auerbach quería seleccionar a un hombre alto, no estaba interesado en elegir a un base. “¿Qué se supone que debo hacer, ganar o complacer a los lugareños?”. Irónicamente, la elección de los Celtics, Chuck Share, decidió aceptar la oferta de los Waterloo Hawks que jugaban en una liga rival, la NPBL. Auerbach se quedó sin su propia elección y sin el elegido del pueblo.Cousy fue drafteado por Tri-Cities Blackhawks, una franquicia ubicada en tres sedes diferentes Moline, Rock Island y Davenport pertenecientes a dos estados. Su propietario, Ben Kerner, fue trasladando la franquicia de una ciudad a otra, hasta ubicarla en Saint Louis donde adoptó el sobrenombre de Hawks. En el estado de Missouri, la franquicia alcanzó cierta estabilidad y los mayores éxitos de su historia, hasta que fue vendida para localizarla en Atlanta. Cousy no recibió la noticia de su elección con agrado.

-¿Quien me ha elegido? – preguntó a un periodista

-Tri-Cities

-¿Dónde está Tri-Cities?

-En algún lugar entre Illinois y Iowa – contestó el periodista

-Al demonio si los Celtics no me quieren, no voy a ir a jugar a Iowa, de ninguna manera.

Cousy había realizado una gira con algunos de sus compañeros de Holy Cross por todos los estados de New England. Consiguió recaudar unos $10.000 y decidió abrir dos negocios (una autoescuela y una gasolinera) con su compañero Frank Orftring. No estaba dispuesto a abandonar sus dos negocios por menos de $10.000. Ben Kerner le ofreció $6.500 en una primera reunión y subió a $7.500 en un encuentro posterior, pero Cousy no cedió en sus exigencias. Consciente de que no tenía ninguna posibilidad de convencerle, Kerner vendió sus derechos a los Chicago Stags, una franquicia que quebró antes de la temporada 50/51 y fue vendida a Abe Saperstein para utilizarla como sparring de los Harlem Globetrotters. Sus jugadores se fueron repartiendo entre todas las franquicias de la NBA hasta que quedaron solo tres: Max Zaslofski, Andy Phillip y Bob Cousy. New York Knicks, Philadelphia Warriors y Boston Celtics entraron en un sorteo que deparó que la franquicia de Massachusetts fuera la última en elegir. Los Knicks eligieron a los Zaslofski (el pretendido de Auerbach), los Warriors seleccionaron a Phillip y los Celtics se tuvieron que ‘conformar’ con Bob Cousy. Los Blackhawks nunca tuvieron ninguna posibilidad de adquirir a Bob Cousy porque las cantidades que pretendía el jugador eran inasumibles para Kerner en ese momento.

Bill Rusell

Los Celtics llevaban varios años defraudando a sus seguidores, incapaces de lograr un título para sus vitrinas. Tenían grandes jugadores como Bob Cousy, Bill Sharman o Ed Macauley y buenos jugadores de complemento. Poseían uno de los mejores ataques del campeonato, pero también una defensa muy vulnerable. Ed Macauley era su pívot titular, un center atípico para su época, ágil y muy liviano, tenía gran facilidad para anotar pero le faltaba cuerpo para luchar debajo de los tableros. Red Auerbach necesitaba un jugador con más enjundia para dominar las zonas. Lo encontró en la figura de Bill Russell. Auerbach le había visto en dos ocasiones, las suficientes para saber que era el jugador sobre el que enderezar su fallido proyecto. No obstante, escribió a Don Barksdale uno de sus ex jugadores que vivía en California, para que le hiciera un seguimiento exhaustivo.El mayor problema para los Celtics era que tenían la elección número 6 del draft, una elección demasiado alta para poder acceder al jugador de la universidad de San Francisco. El pick número 1 estaba en posesión de Rochester Royals y el segundo pertenecía a los Saint Louis Hawks. Los Celtics gastaron su pick en el draft territorial eligiendo a Tom Heinsohn, de Holy Cross. Sorprendentemente los Royals eligieron a Sihugo Green en el número 1, y Russell fue elegido con el número 2 por los Saint Louis Hawks.Ben Kerner, propietario de los Hawks, necesitaba de un gran reclamo para llenar las gradas del Kiel Auditorium. Bill Russell era el hombre adecuado. Tras el draft tuvieron un encuentro para acercar posturas. A Russell no le entusiasmaba la idea de jugar para un equipo con una hinchada hostil con los jugadores afroamericanos y revivir las amargas experiencias relacionadas con el racismo de su infancia en Monroe (Louisiana), por eso se descolgó con una petición exagerada, $50.000, mucho más de lo que cobraba la estrella del equipo, Bob Pettit. Al mismo tiempo, Red Auerbach había encontrado la solución para llegar a un acuerdo con los Hawks. Ed Macauley, nativo de Saint Louis que todavía conservaba la casa familiar, quería acabar su carrera en Missouri. Auerbach ofreció a Macauley a los Hawks sabiendo que Kerner jamás pagaría a Bill Russell la cantidad que demandaba, porque a diferencia que el resto de propietarios, no tenía otros negocios fuera del baloncesto. No podía permitirse el lujo de perder dinero pagando cantidades desorbitadas a los jugadores, por eso tenía fama de ser un duro negociador. Kerner aceptó la oferta de los Celtics pero reclamó otro jugador como parte de la transacción. Auerbach no quería sacrificar a Cousy o Sharman, tampoco al rookie Tom Heinsohn. Finalmente tuvo que renunciar a Cliff Hagan, un jugador procedente de la universidad de Kentucky drafteado dos años antes que todavía no había debutado con los Celtics por estar prestando el servicio militar. Los Hawks sacaron el mayor partido posible a la situación en vista de la imposibilidad de incorporar a Russell. Durante los siguientes años mantuvieron una enconada rivalidad con los Celtics disputando cuatro finales, de las que ganaron 1 y perdieron 3.

David Thompson

La existencia de dos ligas profesionales al mismo tiempo durante finales de los 60 y gran parte de los 70, provocó una guerra de pujas por los mejores jugadores universitarios año tras año. En la inmensa mayoría de las ocasiones, la NBA se llevó el gato al agua: Jimmy Walker (1967), Elvin Hayes (1968), Lew Alcindor (1969), Pete Maravich (1970), Sidney Wicks (1971), Bob McAdoo (1972), Doug Collins (1973), Bill Walton (1974). La única victoria moral que obtuvo la ABA sobre sus rivales fue la elección de Artis Gilmore por los Kentucky Colonels. En 1975 no fue distinto, ambas competiciones se disputaban los derechos de un joven escolta de North Carolina State, que un año antes había terminado con el reinado de UCLA. Este jugador respondía al nombre de David Thompson.Atlanta Hawks tenía en su poder la elección número uno del draft de la NBA. En la ABA eran los Virginia Squires, gracias a la elección territorial de la ABA los que hicieron valer sus derechos sobre el jugador. Cotton Fitzsimmons, entrenador de los Hawks, se había enamorado del juego de Thompson después de verle en directo en un All Star de los mejores jugadores universitarios en Hawaii, el Aloha Classic. Los Squires, que no pasaban por una buena situación financiera estaban inmersos en un proceso de cambio de propietario de la franquicia. Utilizaron su elección para negociar un buen trato por Thompson al mejor postor. Denver Nuggets ganó la puja por el jugador en competencia con los New York Nets de Julius Erving. Finalmente llegó la hora de negociar para Thompson y decidirse por una de las dos ligas. Los dos pretendientes adoptaron posturas diametralmente opuestas. Los Hawks, confiados en los precedentes, pecaron de exceso de confianza o de cierta prepotencia. No veían a los Nuggets como un rival que les pudiera arrebatar al jugador. Cotton Fitzsimmons se reunió con Thompson, vieron un partido de los Hawks en un desangelado Omni con solo 3.000 espectadores, y tras el partido fueron a negociar los términos de su contrato a un McDonald´s. Por el contrario, los Nuggets compraron dos billetes de avión a Monte Towe (compañero y amigo íntimo de Thompson en North Carolina State) para presenciar un partido de semifinales de la División Oeste contra los Utah Stars. Le recogieron en limusina y le alojaron en uno de los mejores hoteles de la ciudad. Larry Brown le acompañó al que podría ser su nuevo hogar, la cancha de los Nuggets. Había carteles que daban la bienvenida a Thompson. A su llegada al pabellón fue anunciado por megafonía y recibió una calurosa ovación del McNichols Sports Arena. Después del partido cenaron en uno de los mejores restaurantes de Denver y al día siguiente le escoltaron hasta el aeropuerto para regresar a North Carolina. No había color en el trato dispensado por las dos partes. La única razón por la que Thompson podía decantarse por la oferta de los Hawks era meramente competitiva. En la NBA estaban los mejores jugadores. Hasta ese momento, casi todos los jugadores que habían estado en su misma posición habían optado por la NBA. Pero Thompson no podía quitarse de la cabeza el cariño que le habían dado los aficionados y miembros de la organización de los Nuggets. Cuando los Hawks se dieron cuenta de que al jugador no le seducía la idea de jugar en Atlanta, le ofrecieron ir a un destino más apetecible. Habían llegado a un acuerdo con los Knicks para traspasar los derechos de Thompson, de esta manera, recibirían algo a cambio en lugar de quedarse con las manos vacías. Pero Thompson no dudó, ambas ofertas eran idénticas en cuanto a la cantidad y la longevidad del contrato. El buen trato recibido en Denver decantó la balanza a favor de los Nuggets. Los Hawks también perdieron al número 3 de ese draft, Marvin Webster, que también terminaría firmando por los Nuggets.

Arvydas Sabonis

Entrados en la década de los 80, la simiente de una serie de cambios a nivel global empezaba a dar sus primeros frutos. URSS y USA acercaban posturas para intentar acabar con la Guerra Fría. Estados Unidos y la Unión Soviética acordaron renovar el diálogo sobre el control de armamento para principios de 1985 y en noviembre de 1984, Chernenko se reunió con el líder del Partido Laborista Británico, Neil Kinnock. También en la NBA estaba germinando la idea de abrir la competición al resto del mundo y contemplar escenarios internacionales para captar jugadores. Uno de los equipos pioneros para esta expansión fueron los Atlanta Hawks, con Stan Kasten como cabeza de este proyecto. Si bien es cierto que el conocimiento de los jugadores internacionales era escaso por esas fechas en USA, había un jugador por encima de todos que escapaba a esa desinformación. Hablamos del pívot lituano, Arvydas Sabonis, muy conocido por las magníficas sensaciones que dejó en las múltiples giras de la URSS por suelo estadounidense para enfrentarse a equipos universitarios. Stan Kasten, el general manager de los Hawks, una vez aseguradas sus primeras elecciones del draft de 1985, intentó una maniobra irregular siendo consciente de su dificultad. Eligió a Sabonis en el puesto número 77. “Todavía recuerdo aquellos días. Sabía que Sabonis era el mejor jugador del planeta fuera de la NBA”, recordaba Stan Kasten. Los Hawks habían retomado una senda que aparcaron en 1970 cuando eligieron en la misma edición del draft al mexicano Manuel Raga y al italiano Dino Meneghin. El riesgo no era elevado porque se trataba de perder una tercera ronda en el caso de que las cosas no salieran bien. Había dos grandes inconvenientes, el hermetismo de las autoridades soviéticas, que no estaban dispuestas a permitir que sus atletas salieran de sus fronteras para emprender una carrera deportiva; la segunda, era la normativa vigente de la NBA, que prohibía la selección de jugadores extranjeros antes de cumplir los 21 años. En el primero de los casos, los Hawks sabían que no podrían contar con los servicios del jugador lituano a corto plazo, pero su elección era vista como una inversión a largo plazo que en caso de materializarse podría dar grandes réditos a la franquicia del estado de Georgia. En el segundo de los supuestos esperaban que nadie reparara en la elección de un jugador de tercera ronda que no podría jugar de forma inmediata en la NBA.El plan descabellado de los Hawks no tuvo éxito porque la NBA estuvo atenta y dejó sin validez la elección de Sabonis. Kasten sostenía que había una gran ambigüedad en las reglas de la NBA para jugadores en la misma situación que Sabonis. «No recuerdo ninguna advertencia de la NBA sobre su fecha de nacimiento», insiste Kasten. Brian McIntyre, ex asesor de comunicación de David Stern en aquel momento, estuvo revisando los archivos de la NBA para un proyecto histórico. Recordó haber encontrado muy poca información sobre la elección fantasma de Sabonis. Atlanta aceptó a regañadientes la decisión y no quiso entrar en una guerra con la organización de la NBA porque tampoco estaban seguros de cuál sería la adaptación de Sabonis a la competición. Siguieron estableciendo lazos con la URSS con una gira incluida por territorio soviético, y cuatro años más tarde incorporaron a sus filas al ucraniano Alexander Volkov.

Pau Gasol

Ningún otro jugador en el baloncesto español rompió los moldes de la manera que lo hizo Pau Gasol. A los 20 años dominaba la ACB, y le daba el título de Copa y Liga al F.C. Barcelona. Sus actuaciones no pasaron desapercibidas para las franquicias de la NBA. Pau se presentó al draft de 2001 con la firme intención de dar el salto a la mejor competición del mundo para probarse contra los mejores jugadores del planeta. La explosión de un jugador como Dirk Nowitzki animó a muchas franquicias a sondear el mercado europeo buscando jóvenes jugadores con gran proyección. Celtics, Rockets y Cavaliers se mostraron muy interesados en el jugador de Sant Boi, pero no tenían demasiadas esperanzas puestas en que fuera descartado por las primeras franquicias en elegir. Los Hawks, que tenían en posesión el pick número tres, no desaprovecharon la ocasión de seleccionar al joven talento español. La franquicia de Atlanta estaba en pleno proceso de reconstrucción después de una serie de malas decisiones que le llevaron a deshacer el núcleo de un equipo que era asiduo a los playoffs durante la década de los 90. Sin ir más lejos, cuatro meses antes habían traspasado a Philadelphia al que podía ser considerado su jugador franquicia, el congoleño Dikembe Mutombo. Sin embargo, una vez que Pau Gasol fue seleccionado, se les presentó la oportunidad de canjearlo por Shareef Abdur Rahim, un ala pívot de los Vancouver Grizzlies ya asentado en la liga y que tenía potencial para ser All Star (de hecho fue elegido para la edición de 2002). Además, Abdur Rahim era nativo de Marietta, una localidad del estado de Georgia ubicada a 20 minutos de Atlanta en coche. Los Grizzlies estaban inmersos en la mudanza de la franquicia desde Vancouver a Memphis. Abdur Rahim era su mejor jugador, pero después de cinco años, la franquicia no había sido capaz de ganar más de 23 partidos con él como cabeza de su proyecto. Billy Knight, el responsable de operaciones de los Grizzlies apostó por un nuevo proyecto rompiendo con su fracasado pasado en Canadá. «Queríamos adquirir talento con la elección de Pau Gasol para que nos ayudara a ser un mejor equipo de lo que somos en los próximos 5 años», declaraba el general manager de los Hawks Pete Babcock. «Pero con Shareef no tenemos que esperar para desarrollar el talento, ya es un gran jugador y solo tiene 24 años». En el mismo paquete de Pau, fueron enviados a los Grizzlies el tristemente desaparecido Lorenzen Wright y Brevin Knight. El trade no fue unánimemente bien recibido por todos los agentes, un columnista de The Commercial Appeal era escéptico a este respecto: “Más vale que el jugador español sea bueno, porque les estamos entregando a cambio a un futuro All Star”. El tiempo se encargó de dar la razón a Billy Knight.

Luka Doncic

El draft no deja de tener un componente estratégico en el cual, las franquicias tratan de adivinar cuál será el movimiento del resto de equipos. Es muy común que un general manager intente sacar provecho de una mejor posición en el draft para elegir un jugador que ha despertado el interés de otras franquicias que suceden a la suya en el orden de elección. ‘Yo elijo al jugador que tú quieres, y me das algo a cambio para que te lo ceda’ ese es más o menos el espíritu. Esta contraprestación suele venir a través de un jugador adicional o en forma de rondas del draft. A lo largo de la historia se han llegado a dar versiones más surrealistas como en la edición de 1956. Walter Brown. el propietario de los Celtics, cedió a las ‘Ice Capades’, un grupo de danza sobre hielo propiedad de su empresa, para que actuaran gratuitamente en la cancha en el Rochester Memorial Community, a cambio de que no eligieran a Bill Russell en el número 1 del draft. Quince años más tarde, los Trail Blazers en posesión del número dos del draft, pagaron $250,000 a los Cleveland Cavaliers para que no eligieran en el draft al ala-pívot de UCLA Sidney Wicks.En 2018, los Mavericks estaban interesados en la figura del jugador esloveno Luka Doncic. A nivel internacional era el mejor prospecto que había en el draft. Campeón y MVP de la liga ACB y la Euroliga, y campeón en 2017 del Eurobasket con su selección eran credenciales suficientes para justificar dicho interés. Sin embargo, no todos los representantes de las franquicias eran tan optimistas respecto al rendimiento de Doncic en la NBA. Algunos dudaban de su adaptación a la liga, especialmente por su físico. Las razones que esgrimían: su falta de capacidad atlética y su resistencia física. Jonathan Givony, de ESPN, llegó a bautizar al esloveno como ‘baby fat’. No obstante Rick Carlisle, entrenador de Dallas lo tenía claro, querían a Doncic. Era un secreto a sotto voce que los dos primeros en elegir, Phoenix Suns y Sacramento Kings, iban a decantarse por jugadores interiores para arropar a sus jóvenes proyectos Devin Booker y D’Aaron Fox. El temor de Carlisle residía en la elección de los Hawks y de los Grizzlies. Los Hawks tenían información privilegiada, sabían que los Grizzlies buscaban otro jugador interior, y lo más importante, conocían el interés de los Mavs por Doncic. “La única manera de que dejemos pasar a Doncic es conseguir un pick entre los cinco primeros en esta edición y una primera ronda para un futuro no muy lejano”, declaró el general manager de los Hawks Travis Schlenk . “Siempre he adoptado una estrategia propia del béisbol en este tipo de cuestiones: cuantos más swings tengas, más fácil será obtener un hit”. Las condiciones para llegar a un acuerdo no dejaban lugar a dudas, o los Mavericks entregaban una ronda adicional a su elección de 2018, o los Hawks se quedarían con Luka Doncic. Carlisle fue tajante en este sentido: “Llegados a este punto, las futuras rondas del draft tienen muy poco valor para mí, es el momento de dar un paso adelante con este núcleo de jóvenes jugadores”. Los Mavericks escogieron a Trae Young, el pequeño base de Oklahoma. Los Hawks no tenían preferencia especial por ningún jugador y aprobaron la elección de los Mavericks. Doncic y Young intercambiaron la gorra de Hawks y Mavericks con las que habían sido fotografiados de ropa. No solo eso, también intercambiaron sus destinos.

✅ Comprar entradas NBA

Ficha del autor

Oscar Villares

Aficionado al baloncesto y al deporte en general

En 'Tiempo de Basket' desde 05.04.2021

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

PUBLICIDAD

Cinco Titular