Hoy lo fácil sería hablar de Milwaukee Bucks y el futuro de Giannis Antetokounmpo, pero me apetece más escribir de Miami Heat y su ‘sorprendente’ vuelta a la final de la Conferencia Este.
Miami Heat, el equipo por encima de las individualidades
El equipo de Florida vuelve a una final de la NBA después de seis temporadas. La última fue en 2014, cuando en el equipo aún se encontraban LeBron James y Dwyane Wade vistiendo la camiseta de Miami Heat.
Pat Riley desde los despachos y Erik Spoelstra desde el banquillo, han sabido reconstruir el equipo en un tiempo récord. Han apostado por gente joven elegida en el draft. Así como movimientos ‘arriesgados’ en el mercado de traspasos, que han hecho que el equipo siga sumando piezas muy aprovechables.
Sus aciertos en sus últimas elecciones de draft, Bam Adebayo número 17 del 2017, Tyler Herro número 13 del 2019, Duncan Robinson sin drafterar, han hecho que puedan seguir sumando piezas, más baratas y con mucho talento.
Esto lo acompañan con algunos traspasos, realizados en las dos últimas temporadas, que han conseguido excelentes jugadores de equipo y que son el verdadero esqueleto de este equipo, Jae Crowder o Andre Iguodala. Lo cuales tiene la difícil misión de realizar en muchas cosas el trabajo sucio, como ha sido en este caso de tener que bailar con la más fea, Antetokounmpo.
Todo esto acompañados por un perro viejo, Goran Dragić. Un jugador que parecía que su mejor momento ya había pasado, pero que ha sabido adaptarse a su nuevo rol. Salir desde el banquillo y saber imprimir al partido el ritmo necesario que necesitan sus Heat en todo momento. Así como tomar la responsabilidad de cara al aro, cuando el equipo lo necesita.
Sin olvidarnos de Jimmy Butler, jugador que llego vía traspaso de Philadelphia y que ha terminado de acallar muchas voces, que no le veían capacitado para liderar a un equipo. El número 22 de los Heat, el mismo que vende café a 20$, ha sabido adaptarse perfectamente al carácter de este equipo.
Pero todos estos nombres no servirían de nada, no sería posible sin el juego colectivo que hemos visto durante toda la temporada. Así como la pizarra de Spoelstra, tal como se ha visto en esta eliminatoria. Obligando a Antetokounmpo a soltar la pelota, debido a una defensa muy sólida en la zona. Lo que ha hecho que el griego tenga que destruir el jugado a sus compañeros y estos, salvo momentos puntuales, no han sabido responder.
Mientras que en ataque, han sabido mover el balón con mucha inteligencia. Siempre buscando ventajas en el lado débil. Así como el acierto exteriores, de esos tiros liberados.
Ahora Miami Heat, podrán descansar unos días. Tendrán enfrente a Celtics o Raptors, hasta ahora la eliminatoria de semifinales de conferencia más disputada, y que puede pasar factura, sobre todo físicamente, al equipo ganador de cara a las finales.
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