Una vez terminado el partido Real Madrid – Dallas Mavericks, me queda una sensación agridulce del mismo. Dulce porque hemos vuelto a ver a Doncic en Madrid “jugando” al baloncesto y agria debido a que ha sido un encuentro “regular tirando a malo”. Donde seguramente más de un aficionado a este deporte se ha ido triste.
El primer contratiempo a la fiesta de Doncic en Madrid fue la ausencia de su compañero de aventuras Kyrie Irving. Apenas 24 horas del encuentro se anuncia que no participara por unos problemas físicos que le están limitando en este inicio de pretemporada. Sin problema, es lógico que los jugadores tengan molestias en el inicio y se quiera proteger su salud. Admitimos “pulpo.
Pero no que no se puede permitir que apenas 30 minutos ante del inicio, y gracias a Marc Stein, gran periodista americano, confirme que existe restricción de minutos para Doncic para este encuentro.
Una ocultación deliberada por parte de la NBA o de la franquicia, para seguir promocionando un partido, que ya de por si no necesita mucho más marketing del que ya tiene de por sí. La NBA estaba de nuevo en España y para los aficionados al baloncesto esto es más que suficiente para “consumir” este encuentro, ya sea vía televisión, vía compra de merchandising, etc…
No hacía falta eso, Luka Doncic fue recibido en Madrid como si fueran los Beatles. Se acordarán de esas imágenes de locura en el aeropuerto de Barajas cuando uno a uno bajaban del avión. Lo mismo ha sucedido con el jugador de Dallas, una insignia por aquí, un premio más allá, un ping de la suerte más acá… Todo ocurría muy rápido alrededor de su figura y todo lo que tocaba acaba convirtiéndose en noticia de portada.
Pero personalmente si volvemos al plano deportivo, no es la primera vez que me pasa, me encuentro estafado, defraudado, timado, vilipendiado, embaucado… pon el adjetivo que quieras, por una NBA que ha envuelto al encuentro con una pátina de oro. Pero que, si rascas un poco, ves que no es oro lo que reluce es latón del barato. Al menos en este caso.
Para muchos, entre los que no me encuentro, quedará que el Real Madrid ha vuelto a ganar a un equipo NBA. Han remontado el partido en el último cuarto y han sabido resolver el partido en los minutos finales.
Por el contrario, para mí es un partido más para olvidar y este partido no es más que un circo. Ahora unos sacarán pecho por la victoria lograda y otros no darán importancia al partido. Por mi parte, me voy a la cama triste y con ganas de olvidar este partido.
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