Wilton Norman Chamberlain fue el cuarto de los nueve hijos de William y Olivia Chamberlain. William, que trabajaba como soldador, carpintero y electricista para mantener a la numerosa prole, medía tan solo 1’70 m, por lo que la altura de Wilt no provenía de los genes de la familia. De hecho, ni su peso ni su estatura al nacer vaticinaban su posterior crecimiento. Asistió a la Brooks Primary School entre la calle 57 y Haverford.
Comenzó a jugar al baloncesto con los amigos de su vecindario en el sótano de un edificio abandonado. Wilt tenía que agachar la cabeza constantemente para evitar que su cabeza golpeara las tuberías que colgaban del techo. De ahí se ganó el apodo de Dippy, el popular esqueleto de un diplodocus exhibido en el Museo de Historia Natural de Pittsburgh. A sus doce años ya medía alrededor de los dos metros.
Chamberlain continuó sus estudios en Shoemaker Junior High y Overbrooks High School, liderando a este centro a tres títulos estatales entre 1953 y 1955. Durante ese periodo Overbrooks High School registró un balance de 56 victorias y 3 derrotas. En su último año promedió 44,5 puntos por partido. Sus excepcionales condiciones y sus estratosféricos números no pasaron desapercibidos para cazatalentos, entrenadores, periodistas y aficionados del baloncesto. Wilt no era un personaje a la que la repentina popularidad le abrumara, todo lo contrario, parecía sentirse bastante cómodo siendo el centro de atención. Tenía ese carisma que eclipsaba todo lo que orbitaba a su alrededor.
Su origen humilde no le permitía vivir sin trabajar así que aceptó un trabajo de verano en el complejo turístico Kutshers en Castkill Mountains, en las afueras de New York. Su arrolladora personalidad le proporcionó una gran cantidad de dinero en propinas, sobre todo de las mujeres que demandaban sus servicios con cualquier excusa. Pero lo más importante de su estancia en el Kutshers, fue su participación en los partidos de baloncesto que se organizaban en aquel complejo con motivos benéficos. Acudían jugadores profesionales de la NBA para aquel evento. Wilt jugó en el equipo entrenado por Red Auerbach. Dominó a muchos de aquellos jugadores incluidos los que militaban a los órdenes del viejo Red en los Boston Celtics. Todo ello antes de haber ingresado en la universidad.
La suerte quiso que B.H. Born, una estrella de la universidad de Kansas se encontrara trabajando en el Kutshers al mismo tiempo que Wilt. Born telefoneó a su entrenador, el mítico Phog Allen, que, ante los informes de su jugador, hizo un viaje relámpago a Philadelphia para visitar a los padres de Wilt. La visita fue un éxito y poco tiempo después Wilt estaba de camino a Lawrence, Kansas, para ser un jugador más de los Jayhawks.
Durante el viaje, se detuvo en un restaurante de Kansas City. El gerente le dijo que no podía servirle en el local pero que estaría encantado de atender a Wilt en la cocina. La discriminación no le sentó nada bien. Wilt amenazó a Phog Allen, si no podía comer en esos lugares, no jugaría para la universidad de Kansas.
La reglamentación vigente de la NCAA impedía competir en el torneo a jugadores de primer año. Los jugadores freshman jugaban partidos no oficiales contra los equipos de primer año de otras universidades. El debut con sus nuevos compañeros fue contra el equipo varsity de Kansas, el equipo teóricamente oficial, durante un partido de exhibición en pretemporada. Wilt anotó 40 puntos, capturó 30 rebotes y puso 15 tapones, y su equipo ganó a los de segundo, tercer y cuarto año por 10 puntos.
A los responsables de la NCAA no les llevó mucho tiempo para darse cuenta del terrible impacto que podía suponer la llegada de Wilt, y antes de su debut en su segundo año, organizó un comité de emergencia para cambiar varios artículos del reglamento, por ejemplo, la obligatoriedad de los jugadores a permanecer detrás de la línea de tiros libres hasta que el balón no tocara el aro, para evitar que Wilt palmeara sus propios errores. También modificó todo lo relativo al ritmo de juego, sobre todo las de sus rivales, que comenzaron a ralentizar sus ataques y estirar las posesiones de balón durante varios minutos sin lanzar (no existía el reloj de posesión).
Los partidos en los que participaba Chamberlain y su equipo se convirtieron en un carrusel interminable de pases sin intención de tirar a canasta. Chamberlain no pudo culminar con un título su etapa universitaria a pesar de sus promedios de 30 puntos y 19 rebotes. Especialmente dolorosa fue la derrota contra North Carolina en la final del campeonato de 1957 en un partido que necesitó de tres prórrogas.Aquella amarga derrota se convirtió en una constante en su carrera hasta que diez años después rompió la maldición.
La falta de motivación provocó que abandonara la universidad y aceptara un cheque de $10.000 para enrolarse en los Harlem Globetrotters. Los coches fueron la primera inversión de Chamberlain. Un antiguo Oldsmobile de 1948 fue su primera adquisición. Eddie Gottlieb abortó el ingenioso plan de Red Auerbach para draftear a Wilt Chamberlain y hacer pareja con Bill Russell en el juego interior de los Celtics. Auerbach había convencido a Chamberlain para que pidiera el transfer a la universidad de Massachusetts, de tal modo que los Celtics podrían haber elegido a Chamberlain en el draft territorial. Era una jugada maestra, pero Gottlieb, propietario de los Philadelphia Warriors anunció que iba a utilizar su elección territorial también para elegir a Chamberlain porque se había criado y había jugado en Philadelphia. La elección de Gottlieb vulneraba la normativa del draft territorial, pero la NBA miró para otro lado y permitió la irregularidad por tratarse de uno de los fundadores de la liga.
Pero antes de firmar con los Warriors, Ike Richman tuvo que convencer a Chamberlain para que abandonara los Globetrotters. Richman terminó forjando una gran amistad con Wilt a raíz de aquel encuentro. Al igual que ocurrió antes de su estreno universitario, la NBA cambió algunas normas para evitar el impacto de Chamberlain en la liga. El cambio más revolucionario fue la instauración de los tres segundos defensivos, que impedían al defensor plantarse en la zona durante más de tres segundos sin defender a un jugador.
Ficha del autor
Aficionado al baloncesto y al deporte en general
En 'Tiempo de Basket' desde 05.04.2021







