Cuando Brad Stevens dejó el banquillo del TD Garden para ocupar la silla principal del Red Auerbach Center tenía un objetivo claro en mente, “culminar la construcción de un equipo campeón”. Nadie mejor que él, tras ocho temporadas como su head coach, conoce las virtudes y las carencias del equipo del estado de Massachusetts.
Desde esa visión y aferrándose a parte de lo creado por Danny Ainge, su predecesor en los despachos, y deshaciendo parte de lo que había movido el actual GM de los Jazz, comenzó a construir sus Celtics. El plan estaba y está claro, rodear con piezas importantes, crear sobre la base que forman Jayson Tatum y Jaylen Brown un equipo aspirante a todo.
Dos temporadas después de su llegada y tras muchos movimientos de jugadores y capital de draft, Brad Stevens y los Boston Celtics han consolidado un roster candidato al título.
De cara a la temporada 2023/24 lo que quedaba por ejecutar en el plan de ruta era la renovación de Jaylen Brown, la de Grant Williams y ver que conseguir a cambio de Payton Pritchard, tras su petición de salida en la búsqueda de un rol más importante. Pero, un nuevo convenio (CBA a partir de ahora), obliga a replantear a Stevens toda la infraestructura levantada en torno a sus dos emergentes All-NBAs.
Brad no podría haber imaginado, hace dos temporadas, que el nuevo CBA iba a forzar a las franquicias, a esparcir talento. Cierto es que el nuevo CBA, y sus brutales restricciones si te pasas del segundo tope salarial (apron2), entrarán a pleno rendimiento de cara a la temporada 2024/25, pero todo apunta a que muchos equipos empezarán a reestructurarse desde ya.
¿Lo harán los Celtics? Los Suns, que se han hecho con Bradley Beal a cambio de muy poco, parece que no tienen en mente comenzar a ajustar esta temporada.
Toca reinventarse, momento de afrontar decisiones complicadas. Aunque los supermáximos de Jaylen y Jayson no entrarán en vigor de un modo inminente, sería interesante ir haciendo espacio, ya que el 70% del total del tope salarial de Boston de cara a la temporada 2025/26 estará comprometido en dos jugadores.
Resiliencia es lo que le toca aplicar a Brad Stevens, Mike Zarren y todo su equipo en los despachos. No deben frustrarse con este cambio de rumbo obligado. Deben enfrentarse a la nueva situación que plantea la NBA y tratar de superar la adversidad que se han topado en el camino que habían emprendido pacientemente hacía dos temporadas.
Con esta nueva realidad varios nombres del roster de Boston cobran relevancia:
Malcolm Brogdon
El nombrado esta temporada Mejor 6º Hombre del Año, con todo merecimiento, Malcolm Brogdon podría estar en el mercado sólo una temporada después de haber llegado a Nueva Inglaterra. De hecho, la cantidad de rumorología alrededor del #13 de los Celtics es más que significativa dado el excedente de bases/escoltas en la plantilla.
La temporada de Malcolm ha sido muy llamativa saliendo desde el banquillo a nivel individual, pero no a nivel colectivo. Quizás no ha sido el base que se suponía debía ser o que muchos habíamos imaginado que sería.
No ha hecho mejores a sus compañeros, no ha sido un playmaker que haya liderado y dirigido la segunda unidad como se esperaba. Ha generado muchos puntos, con extraordinarios porcentajes en jugadas puramente individuales, pero el equipo adolecía de movimiento de balón cuando él entraba a formar parte del quinteto sobre pista. Bastante desconectado de los sistemas y la química con sus compañeros ha sido de las más pobres del equipo. De hecho, ha sido su peor temporada en porcentaje de asistencias en toda su carrera NBA.
Además, su físico, del que había dudas desde su llegada, ya que siempre había sufrido lesiones y bajas durante sus siete temporadas en la liga, ha fallado en las últimas instancias de los playoffs, donde un desgarro en un ligamento de su codo derecho, le hizo bajar su rendimiento de un modo estrepitoso.
Por si esto fuera poco, sus limitaciones defensivas quedaron expuestas en postemporada, sufriendo demasiado contra Sixers y Heat, donde James Harden y Jimmy Buttler le buscaban constantemente para atacarle y lograr ventajas significativas.
Los Celtics parecen estar decididos en mover a uno de sus tres combos guards Smart, White o Brogdon. El que ha de salir por salario ($22.5M), por edad, por química con el equipo y con la afición sin duda es el Rookie el Año (2017) Malcolm Brogdon.
Grant Williams
Grant Williams es el otro nombre que está en muchos de los rumores con respecto a Boston en los días previos al Draft. Es agente libre restringido, tras no extender su contrato la pasada temporada, con lo que los Celtics, podrán igualar cualquier oferta que le pongan encima de la mesa. Suenan los Magic, los Pacers e incluso los Mavericks, en otro tipo de acuerdo. La nueva extensión a la baja de Al Horford de
$26,5M a $10M, iba a ayudar a afrontar su renovación, pero como hemos visto, el panorama ha cambiado.
El pequeño de los Williams ha mejorado muchísimo su aportación desde su primera temporada. Ha mejorado exponencialmente desde el triple, aunque ha bajado sus porcentajes de tiro a nivel global y también ha cometido más pérdidas de balón por querer hacer más cosas de las que debía esta última temporada.
Defensivamente es una pieza valiosísima, ya que es capaz de minimizar a grandes jugadores debido a su potencia, velocidad y versatilidad.
Pese a que en esta última temporada ha disputado más partidos y más minutos que en toda su carrera, Joe Mazzulla ha dado muestras de no tener una confianza ciega en el producto de Tennessee. A principios de marzo, coincidiendo con la lesión en la mano izquierda de la que se acaba de operar, los Jays se reunieron con el entrenador para pedirle que incorporara a Grant nuevamente a la rotación, ya que sentían su falta de confianza en él y creían que Williams sería crucial en los playoffs.
Boston seguirá confiando en el desarrollo de Sam Hauser, tanto en defensa como en ataque, donde ha dejado muestras de evolución importante la pasada temporada. Danilo Gallinari ha tomado su opción para renovar un año más con Boston por $6,8M y los Celtics también pueden retener a Mike Muscala por $3,5M para ayudar en esa rotación de hombres altos con capacidad de abrir el campo. Si tenemos en cuenta esos tres nombres el rol a nivel ofensivo de Grant estaría bien cubierto.
Las dos opciones están abiertas. Mantener a Grant en el equipo dándole confianza e incluso galones de titular al lado de Timelord, dándole a Al Horford un papel relevante desde el banquillo y donde Muscala ya no tendría espacio en el roster, o renunciar a él.
Dolería ver partir al bueno de Grant Williams. Su dedicación, su entrega, su naturaleza competitiva es algo que enamora a los seguidores del equipo, pero todo lo que suba de una renovación de $12/13M, se antoja complicado debido a las nuevas normas del juego que hay encima de la mesa. Adam Himmelsbach, del Boston Globe, informa que Brad Stevens tiene en mente mantener al de Carolina del Norte, aunque si finalmente sale, habrá que practicar el desapego para con un jugador de 24 años al que hemos visto crecer desde que llegó a la NBA con la camiseta de los Boston Celtics.
Payton Pritchard
Payton Pritchard es el tercer nombre que más está en la rumorología de movimientos que afectan al equipo. Muchas franquicias están preguntando por su situación ya que ha dejado claro que espera ser traspasado este verano ante la ausencia de minutos desde la llegada de Brogdon.
La salida de Malcolm podría devolverle a un rol con más minutos de cara a la nueva temporada, pero su descontento, pese a que la relación sigue siendo buena con el equipo, unido a un contrato cómodo $4M de cara a la próxima temporada, es interesante para muchas franquicias que ven, en el de Oregon, un excelso tirador desde la posición de PG.
Los Celtics encontrarían más flexibilidad financiera moviendo a Brogdon que a Pritchard, sobre todo en la búsqueda de un mejor equilibrio posicional. La salida de los dos jugadores sería más extraña, aunque la candidatura de JD Davison, para hacerse con ese puesto de tercer base, emerge y resulta, cuanto menos, valorable.
En el horizonte cercano, el nº 35 en el Draft de este año 2023, no está siendo muy observado por parte de muchos seguidores del equipo, pero podría ser importante para reforzar algún puesto de la plantilla. Jaime Jáquez Jr. (UCLA) de 22 años, es el perfil de jugador que encajaría desde ya para rendir en un equipo que necesita ayuda y profundidad desde el banquillo en el puesto de alero, y es la apuesta de quien les escribe si Boston mantiene ese pick de cara a inminente Draft.
En definitiva, la franquicia está valorando todas las opciones. Mantener el equipo y tratar de salir del fatídico apron2 con pequeños movimientos o dar un cambio potente moviendo a Brogdon y/o Williams.
La resiliencia es la capacidad de salir fortalecido de la adversidad y de convertirla en el camino a la excelencia.
Aligerar la hoja de salarios traería consigo una probable pérdida de talento y sería complicado de asimilar estando tan cerca del objetivo, pero daría flexibilidad y capacidad de movimiento a posteriori. Así que toca ver como se ajustan a esta nueva realidad tanto los Celtics como todos los aspirantes al título.
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Apasionado del Baloncesto, de la NBA y de los Boston Celtics en particular. Colaboro con PlanetaNBA como comentarista especializado en los de Beantown y en el Podcast “Los Orgullosos Verdes”.
En 'Tiempo de Basket' desde 05.06.2022