Cuando hablamos de baloncesto europeo al más alto nivel, Euroliga, pocos jugadores podemos encontrar del nivel de Facundo Campazzo, con potencial NBA. El menudo jugador nacido en Córdoba, Argentina, hace las delicias de todo aquel que pasa a disfrutar de un partido en el Palacio de los Deportes. Echando un vistazo rápido a las plantillas de los mejores equipos de Europa, solo grandes jugadores que han pasado por la mejor liga del mundo (Sergio Rodríguez, Milos Teodosic, Nick Calathes, o Shane Larkin) pueden aguantar la comparación con él. Quizá unicamente falte Vasilije Micic, que parece que también está escuchando cantos de sirena desde Philadelphia y no es descartable que deje Turquía.
Facu Campazzo y la NBA
Ya estaba en las listas de seguimiento de los scouts de la NBA desde hace varias temporadas. Pero no fue hasta el mundial de China, de este pasado año, cuando realmente su nombre comenzaba a ser una opción real para cambiar Madrid por la mejor liga del mundo. Sus 13 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes y porcentajes de casi un 40% en tiro de tres saltaron todas las alarmas. Y además llevando a la albiceleste a la medalla de plata. No entraban en las quinielas de nadie para pasar de los cuartos de final, en los que además Campazzo se llevaba por delante a la todopoderosa Serbia. Si, la Serbia de los NBA Bogdanovic, Jokic, Bjelica y compañía. Con doble-doble de esos que tanto gustan en USA, 18 puntos, 12 asistencias, 6 rebotes, y un pase que bien hubiese firmado “Chocolate Blanco” Williams y que dió la vuelta al mundo.
“Es un jugador que juega duro y con mucha inteligencia. Muy bueno en el juego de bloqueo y continuación y su despliegue físico es encomiable”, le definía Rick Pitino, técnico del Panathinaikos, antes de un partido de playoffs de Euroliga.
Nadie duda de su nivel actual, pues Campazzo lleva tres temporadas asentado en la élite absoluta del baloncesto europeo, pero ¿Puede realmente dar el salto a la NBA?
Campazzo tiene muchos puntos fuertes. Ese dominio del pick and roll que exhibe. Su volumen de asistencias, su intensidad y ritmo de juego, y su madurez para llegar a la liga. Aterrizaría en los Estados Unidos con 29 años. Con la cabeza bien puesta y con un rol lejos del que tiene en Madrid. Pero hay ciertos aspectos de su juego que abren dudas al respecto de su cambió de liga.
El primer aspecto de su juego que me hace dudar es su tamaño para la posición de base. Sí que existen jugadores en la NBA, actual o reciente, con una altura similar, como puede ser el caso de Isaiah Thomas. Pero estamos hablando de jugadores que han sufrido mucho defendiendo a pares en su posición con físicos mucho más dominantes en ese aspecto. Brad Stevens, entrenador de Boston Celtics, tenía que montar toda su táctica defensiva sobre ayudas a Thomas y cambios constantes.
El segundo aspecto que no veo del todo claro es su amenaza de tiro. Aunque a pies parados es un correcto tirador, debe mejorar su tiro tras bote para poder hacer su juego lo suficientemente peligroso para las defensas rivales. De no ser así, encontrará muchas dificultades para dividir la zona, ya sea en situaciones de 1c1 o de bloqueo directo.
A su favor, he de decir que en ambos aspectos del juego ha exhibido una buena progresión que hablan bien del carácter competitivo del Facu. Ya que ha paliado su falta de tamaño con una colocación, fundamentos y agresividad defensiva dignas. Así como hemos visto que ha ido cogiendo confianza en su tiro tras bote castigando bloqueos mal defendidos o cambios defensivos.
Pese a que ahora mismo estamos hablando de basket-ficción, creo firmemente que Campazzo puede llegar a ser un buen jugador de rol de un equipo competitivo en NBA. En la comparación inicial con toda esa gloriosa lista de bases europeos, creo que el Facu destaca sobre todos ellos en un aspecto que a mi juicio frustró las carreras americanas de tan grandes jugadores, la defensa. Ni el Chacho, ni Milos, ni Nick, ni Shane, destacan por ser buenos defensores, ni por disposición, ni por técnica. Eso es algo que una liga con cada vez mayor poderío físico y juego de aclarados, se castiga. En cambio, pese a lo comentado sobre su tamaño, el Facu ha demostrado que es capaz de trabajar defensivamente a nivel élite gracias a su movilidad, lateralidad y agresividad.
A todas sus virtudes previamente comentadas, hemos de sumar el show que da en cada partido. Con asistencias sin mirar, pases por la espalda, y cambios de ritmo que han roto más de un tobillo en las pistas de medio mundo. Y sabemos que los highlights es algo que valoran mucho en ese tremendo circo que tienen montado en la mejor liga del mundo.
Si veremos a Facundo Campazzo en la NBA será cuestión de tiempo. Pero estoy seguro que, de ser así el menudo jugador del Real Madrid, tiene todo lo necesario para triunfar.
Entrenador y loco del baloncesto. Profesor. CBM/UCM.
En 'Tiempo de Basket' desde 11.05.2020