domingo, junio 4, 2023
InicioAnálisis / OpiniónEl resurgir del pívot en la NBA

El resurgir del pívot en la NBA

Parecía que en las últimas campañas la figura del “hombre grande” o pívot, había desaparecido, o, al menos, perdido gran parte del protagonismo del que gozó en épocas no tan lejanas en la liga. Una de las posiciones estrella de la NBA parecía haberse poco menos que extinguido o, pasado a un segundo plano menos importante. Para entender la importancia de esta figura deberíamos retrotraernos a su época dorada, que comenzó allá por los años 70, cuando unos tales Wilt Chamberlain y Bill Russel dominaban las pinturas de toda la liga y establecían una hegemonía difícilmente igualable. Entre los dos se repartieron 9 de los 11 MVP entre las temporadas 57 y 68. Más tarde y hasta los años 80 fueron otras figuras como la de Bill Walton, Moses Malone, Patrick Ewing, Lew Alcindor y sobre todo Kareem fueron las que dominaron la liga, todos ellos desde la posición de pívot.

Nikola Jokic y Joel Embiid, el renacer de los pívots NBA

A partir de aquí, y hasta mediados los 90, no volvería a ser tan dominante en la NBA la figura del pívot. Es cierto que hubo grandes nombres que se vieron eclipsados por grandes estrellas (Magic Johnson, Larry Bird, Jordan…), pero la realidad es que no fue, como decimos, hasta mediados los años 90 cuando aparecieron jugadores como Olajuwon y Robinson que volvieron a dominar la competición desde la posición interior.

Hubo que esperar hasta el año 2.000 para ver a otro pívot ganar el MVP y sobresalir por encima del resto, dignificando así la posición de hombre grande del equipo y devolviendo a la primera plana. Evidentemente, nos estamos refiriendo a la reconocidísima estrella, Shaquille O´Neal, quien dominó la pintura en la liga durante varios años, consiguiendo hasta 4 anillos de campeón y siendo figura y muy importante en ellos.

Lo curioso es que, desde ese año, aunque ha habido pívots que han alcanzado gestas realmente increíbles en la liga (Pau Gasol, Dwight Howard, De´Andre Jordan…), no hemos vuelto a ver a ese pívot dominante que domine la pintura y por el que pase gran parte de las opciones de ataque de su equipo. Es cierto que, sobre todo en los últimos 5 años, la NBA ha dado un gran vuelco a su forma de jugar y el estilo. En gran parte, esto es culpa de un tal Stephen Curry y de sus Warriors, que ganaron hasta 3 anillos con un juego mucho más perimetral y dando una menor importancia a la figura del interior.

No obstante, parece que, desde hace un par de años y hasta esta temporada, y a pesar de que gran parte de los equipos de la liga sigue basando su ofensiva en abrir el campo y en tiros exteriores, los pívots han ido recuperando poco a poco su importancia en la liga y en sus equipos. Es cierto que han tenido que reinventarse y, desde luego, es imposible comparar sus funciones con los pívots de antaño, pero han conseguido recuperar ese protagonismo que parecía que, poco a poco, la liga les había ido quitando.

Como dijimos, todo esto empezó, un poco, y a raíz de los Warriors de Steve Kerr y Steven Curry, pero otros equipos como los Houston Rockets, fueron los principales abanderados de este nuevo estilo de juego con más presencia perimetral, con tendencia a abrir el campo, mucho más volumen de tiro exterior y sin una figura de 5 claro por dentro. Pero parece que todo esto está cambiando de nuevo, como si el baloncesto y la NBA estuviera sumida en un bucle infinito que ya llevó en los años 90 a dar una mayor importancia al juego exterior con la aparición de algunos tiradores históricos como Reggie Miller para después dar cabida, de nuevo, en los años 2.000 a la figura del pívot más dominante, con el claro caso de Shaquille.

Es por esto que ahora, parece que la rueda sigue girando y le tocaría de nuevo el turno a los pívots, pero, eso sí, alejándose del 5 tradicional de la liga y teniendo que hablar de su nueva figura y el distinto rol que han tenido que asumir para adaptarse a la NBA moderna. Y para este nuevo paradigma, no se me ocurre dos mejores nombres que los de Nikola Jokic y Joel Embiid.

Ambos jugadores, han sido nombrados recientemente como jugadores del mes en sus respectivas conferencias, algo que, para que os hagáis una idea de la magnitud, no pasaba desde el año 2006, cuando Dwight Howard y Yao Ming, tuvieron el honor de recibir tal distinción. Tanto Nikola como Joel, están dominando la ofensiva de sus equipos, abanderando la figura del nuevo hombre grande de la NBA. Para ello han tenido que trabajar mucho y readaptarse a la “era moderna del triple” en la que está inmersa la liga actualmente. Hace unos años, era impensable ver a un pívot deslizarse por el perímetro, y mucho menos intentar lanzamientos desde esas posiciones. Además, ahora no solo esperan el balón, sino que en muchas ocasiones son capaces de subirlo ellos mismos y buscar a sus compañeros para generar ventajas en el sistema ofensivo. Tras unos años en los que la figura del pívot había dejado de tener importancia parece que, por fin, y para alegría de los más románticos de este deporte, entre los que, sin duda, me encuentro, están volviendo a ser, en muchos casos, las figuras principales de sus equipos.

Es verdad, como dijimos, que el nuevo pívot poco o nada tiene que ver con el de antaño. Son jugadores que, quizás con menos presencia en la pintura, dominan el juego desde distintas facetas y con un espectro mucho más amplio. Atrás ha quedado la figura del jugador que esperaba el balón en la zona para postear y buscar un tiro cercano o un mate. El pívot actual se mueve por el perímetro, se atreve a lanzar de tres (algunos con muy buenos porcentajes ya), da soluciones más allá de esperar de manera estática en la zona e incluso, en algunos casos, actúa en diversas situaciones, como canalizador del juego de su equipo, lo que provoca que se abran muchos huecos en la pintura y que el resto de compañeros puedan aprovecharlo para penetrar a canasta sin tanta oposición.

Es increíble ver como estos hombres grandes han tenido que adaptarse en los últimos años al juego de la liga. Ha sido un periodo largo y complejo para ellos, pero, parece que, al fin, su trabajo está empezando a dar sus frutos y estamos viendo como vuelven a dominar la liga. Los casos que más nos han llamado la atención, como ya comentamos antes, son el de Nikola Jokic y Joel Embiid. Ambos son muy diferentes entre ellos y son dos jugadores que poco tienen que ver en cuento a su manera de jugar y desenvolverse en la cancha, pero sí que para nosotros son los dos principales exponentes del “pívot moderno” o “nuevo pívot” en la NBA.

Joel Embiid está dominando en el Este con sus Sixers, promediando 29,1 puntos, 11 rebotes y 2,9 asistencias y siendo el principal baluarte ofensivo de su equipo. Embiid, que siempre fue muy dominante en la pintura, ha mejorado su juego de pies y su habilidad para ser un jugador mucho más efectivo y eso se ha visto reflejado en sus actuaciones. Sigue dominando su tiro de mid-range como nadie, penetrando con una habilidad increíble para dejar bandejas muy fáciles tras deshacerse, sin aparente esfuerzo, de sus marcas y además de todo esto, ha añadido a su repertorio el tiro de tres, con unos porcentajes muy a tener en cuenta para un hombre de su tamaño (37,7%).

El caso de Nikola Jokic, es, para mí, el más claro ejemplo del “nuevo pívot” en la NBA. Un jugador de 2,11 y 128 kilos que sube el balón botando como si fuera un base y que en la pintura se mueve con una facilidad pasmosa. Un jugador, que no siendo rápido ni teniendo las mejores condiciones físicas, sabe utilizar su cuerpo y sus capacidades técnicas a la perfección para hacerse un hueco entre las defensas rivales para anotar. Además, tampoco duda en moverse por el perímetro y en lanzar de tres cuando la situación lo requiere. Más allá de sus números, que de por sí son extraordinarios, promediando casi un triple doble (27,5 puntos, 11,5 rebotes y 8,5 asistencias), Jokic es una auténtica delicia para el amante del buen baloncesto. Ver a un jugador de sus dimensiones subir el balón botando como él lo hace, ver como busca a sus compañeros mejor posicionados, ya sea desde posiciones interiores o exteriores, ver como juega el pick and roll y ver como se mueve y los recursos técnicos que atesora para finalizar tanto cerca como lejos del aro es una auténtica maravilla.

En fin, mucho he leído estos años acerca de que esta legendaria posición estaba ya obsoleta en la NBA actual en la que primaban jugadores más ágiles y con un mayor rango de tiro, pero parece que estos hombres grandes no estaban muy de acuerdo y, poco a poco, han sabido adaptarse a las nuevas exigencias de la competición y vuelven a estar en boca de todos, incluso en las conversaciones para el MVP.

Esto demuestra que, al contrario de lo que muchos exponen de que el baloncesto es aburrido y que, es un juego en el que “ya está todo inventado” y siempre se juega de la misma manera, el baloncesto es un deporte inmerso en un continuo cambio y aprendizaje con multitud de variantes y de nuevos paradigmas a descubrir cada temporada. En los próximos años seguiremos observando y siguiendo muy de cerca la figura de estos hombres grandes que tuvieron que adaptarse y aprender a jugar como los más “bajitos” para “sobrevivir” en la liga y que, en unos meses, veremos si, obtienen sus frutos y por primera vez en más de 20 años, un pívot puede volver a ser nombrado como el MVP de la NBA.

Sonreímos los amantes de este noble juego y sonríe el baloncesto porque parece que el “nuevo pívot” ha llegado para quedarse y volver a dominar la liga los próximos años.

🎫 Comprar entradas NBA

BALONCESTO #NBA. Historias, noticias, anécdotas y curiosidades de la mejor liga del mundo.

En 'Tiempo de Basket' desde 23.09.2020

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Ahora en YouTube

Cinco Titular